El manager de Charros, Juan Navarrete criticó fuerte al estratega de Tomateros, quien insultó de manera verbal al Mosco Arredondo

De nuevo, el temperamento de Benjamín Gil dio de qué hablar.

Y es que el mánager de los Tomateros se enfrascó en una serie de ofensas verbales contra Eduardo Arredondo, outfielder de los Charros, y con el jefe de la tropa jalisciense, Juan Navarrete, al finalizar el tercer juego en Zapopan, entre guindas y albiazules, que se llevó la novena culichi.

De acuerdo con el portal El Informador, Navarrete lamentó esta actitud, y acusó de soberbio y prepotente al comandante guinda.

“Desafortunadamente hay gente que le gusta hablar, estuvo hablando durante el juego, hay que poner un alto, hay gente que no mostró ética profesional el año pasado, qué bueno que ganaron, se merecieron el triunfo, pero lo que habló fue una falta de respeto para los otros equipos que peleamos contra ellos”, dijo.

Esto, agregó, ya había pasado pero “lo dejamos atrás, pero hoy a mitad de juego empezó a hablarle a nuestros jugadores y creo que nos debemos respeto, somos profesionales y hay que darnos nuestro lugar como equipo. Esto lamentablemente pasa con gente que se siente soberbia o prepotente”.

Señaló que hay rivalidad deportiva, “pero si nosotros ganamos o si ellos ganan, uno sabe, nos conocemos y más que nada somos profesionales y hay un límite de respeto al equipo y a los jugadores, y cada vez que haya eso yo voy a defender a mis jugadores”.

No justifica que el arranque moroso de Tomateros haya provocado esta reacción.

“De ninguna manera, todos luchamos por salir adelante, hay manera, pero no de esa forma. Si nos agreden, nos vamos a defender y después de lo que él declaró el año pasado cuando nos ganaron (la final), pues ok, es su forma de ser, pero ya no vamos a permitir más agresiones o faltas de respeto”, sentenció.

No es la primera vez que ocurre, en la final de la temporada anterior que protagonizaron precisamente ambos equipos, Navarrete ya había lamentado las palabras hostiles de Gil, luego de que los Tomateros consiguieran su décimo título en el circuito y esperó las disculpas que Benjamín prometió; al final, éstas no llegaron.