Después de que el miércoles 5 de febrero los análisis clínicos provenientes de Atlanta, Estados Unidos, confirmaran que el escritor Federico Campbell se contagió del virus de la influenza AH1N1, la familia del intelectual denunció negligencia por parte de un médico en Tijuana que lo trató el día martes 21 de enero:
“Finalmente fue influenza, y lo que más coraje me da, y estoy verdaderamente enojada, es que lo llevaron a un doctor allá en Tijuana y nunca le hizo a Federico la prueba de la influenza. Eso sí me pone los pelos de punta: ¿Cómo es posible que a un doctor en Tijuana, que le hayan dicho que Federico se sentía mal, y el tipo le dio un jarabe?”, expuso a Semanario ZETA Carmen Gaytán, esposa de Federico Campbell.
“Es para que le hubiera dicho: Tiene usted calentura, tiene síntomas, en este minuto se me hace usted la prueba, no es nada difícil, en un hospital te ponen un hisopo en la garganta y ahí saben si tienes influenza o no; ¿cómo es posible que hagan esto?”, denunció.
“Baja California es el segundo estado con más influenza en el país, y un escritor de la envergadura de Federico, este doctor hace que Federico se venga a México y aquí está casi muriéndose por una negligencia de este imbécil”.
Bastante molesta por la forma en que el doctor atendió a Federico Campbell el martes 21 de enero en Tijuana y que refleja la forma en que se está tratando el virus AH1N1 en México, Carmen Gaytán agregó:
“Yo lo que quiero decir es que le digan a los doctores que no sean pendejos, que no sean estúpidos. Ahorita cualquier paciente que llegue a los consultorios con los leves síntomas de lo que puede ser una gripa, tienen que inmediatamente hacerles la prueba de la influenza, sobre todo si se trata de un hombre de la edad de Federico Campbell (72 años), porque la influenza le está pegando a los niños y a los ancianos. Federico no es ningún anciano, pero de todas manera Federico fue al doctor porque se sentía mal, y este doctor en lugar de hacerle la prueba le mandó un jarabe y unas pastillitas para el catarro: ‘no, usted no tiene nada’, le dijo”, expresó Carmen Gaytán.
En contraparte, Carmen Gaytán reconoció al doctor Jorge Salas:
“Aquí en México el tratamiento que ha tenido por parte del doctor Jorge Salas, director del Instituto de Enfermedades Respiratorias, ha sido extraordinario. Cuando yo lo traje aquí colapsado, el jueves (30 de enero) el doctor Salas inmediatamente lo trató contra la influenza sin saber siquiera que era influenza, dijo: ‘Sabes qué, yo ahorita lo trato, gracias a eso es que Federico ya no tiene influenza; la influenza ya desapareció, lo que tiene es las secuelas de la influenza: Es como un terremoto que te devasta todos los órganos y por eso ahorita tiene los riñones hechos pomada”.
Alrededor de las 10:00 de la noche (hora del Distrito Federal) del miércoles 5 de febrero, Federico Campbell sufrió una falla cardiaca de la que salió avante:
“Es un colapso total porque adentro llega como devastando a todos los órganos vitales, Federico pudo haber salido de ésta, es lo que me tiene indignada: Ahorita acaba de tener un paro cardiaco, se pudo haber muerto hace una hora. Ahorita me dicen que estamos en una montaña rusa, que lo mismo puede estar estable, mira, estaba estable hace dos horas, y de repente salieron los médicos para decirme: ‘señora, Federico está en un paro cardiaco’; ahí pensé que ya estaba muerto, y salieron a los 20 minutos y me dijeron: ‘ya la libró’; pero sigue estando muy grave, muy grave, está gravísimo”, concluyó Carmen Gaytán.
“Finalmente fue influenza, y lo que más coraje me da, y estoy verdaderamente enojada, es que lo llevaron a un doctor allá en Tijuana y nunca le hizo a Federico la prueba de la influenza. Eso sí me pone los pelos de punta: ¿Cómo es posible que a un doctor en Tijuana, que le hayan dicho que Federico se sentía mal, y el tipo le dio un jarabe?”, expuso a Semanario ZETA Carmen Gaytán, esposa de Federico Campbell.
“Es para que le hubiera dicho: Tiene usted calentura, tiene síntomas, en este minuto se me hace usted la prueba, no es nada difícil, en un hospital te ponen un hisopo en la garganta y ahí saben si tienes influenza o no; ¿cómo es posible que hagan esto?”, denunció.
“Baja California es el segundo estado con más influenza en el país, y un escritor de la envergadura de Federico, este doctor hace que Federico se venga a México y aquí está casi muriéndose por una negligencia de este imbécil”.
Bastante molesta por la forma en que el doctor atendió a Federico Campbell el martes 21 de enero en Tijuana y que refleja la forma en que se está tratando el virus AH1N1 en México, Carmen Gaytán agregó:
“Yo lo que quiero decir es que le digan a los doctores que no sean pendejos, que no sean estúpidos. Ahorita cualquier paciente que llegue a los consultorios con los leves síntomas de lo que puede ser una gripa, tienen que inmediatamente hacerles la prueba de la influenza, sobre todo si se trata de un hombre de la edad de Federico Campbell (72 años), porque la influenza le está pegando a los niños y a los ancianos. Federico no es ningún anciano, pero de todas manera Federico fue al doctor porque se sentía mal, y este doctor en lugar de hacerle la prueba le mandó un jarabe y unas pastillitas para el catarro: ‘no, usted no tiene nada’, le dijo”, expresó Carmen Gaytán.
En contraparte, Carmen Gaytán reconoció al doctor Jorge Salas:
“Aquí en México el tratamiento que ha tenido por parte del doctor Jorge Salas, director del Instituto de Enfermedades Respiratorias, ha sido extraordinario. Cuando yo lo traje aquí colapsado, el jueves (30 de enero) el doctor Salas inmediatamente lo trató contra la influenza sin saber siquiera que era influenza, dijo: ‘Sabes qué, yo ahorita lo trato, gracias a eso es que Federico ya no tiene influenza; la influenza ya desapareció, lo que tiene es las secuelas de la influenza: Es como un terremoto que te devasta todos los órganos y por eso ahorita tiene los riñones hechos pomada”.
Alrededor de las 10:00 de la noche (hora del Distrito Federal) del miércoles 5 de febrero, Federico Campbell sufrió una falla cardiaca de la que salió avante:
“Es un colapso total porque adentro llega como devastando a todos los órganos vitales, Federico pudo haber salido de ésta, es lo que me tiene indignada: Ahorita acaba de tener un paro cardiaco, se pudo haber muerto hace una hora. Ahorita me dicen que estamos en una montaña rusa, que lo mismo puede estar estable, mira, estaba estable hace dos horas, y de repente salieron los médicos para decirme: ‘señora, Federico está en un paro cardiaco’; ahí pensé que ya estaba muerto, y salieron a los 20 minutos y me dijeron: ‘ya la libró’; pero sigue estando muy grave, muy grave, está gravísimo”, concluyó Carmen Gaytán.
