‘Coco’ contra Halloween

 

 

Coco. Así se llama la película que apareció en cartelera la semana pasada, película gringa en 3D producida por Pixar. Empiezo por declarar que aunque me gusta el cine, nunca he sido un crítico de ese género, así que mi comentario dista mucho de hacer gala de ello, pero sí, como simple cinéfilo, puedo decir que la obra me impresionó, particularmente por el tema basado en nuestra mexicana forma de recordar el Día de Muertos, estimo que deja muy bien expuesta una de las costumbres más arraigadas de nuestra cultura popular, la que por cierto, se ha visto, desde hace al menos una década, terriblemente afectada por la penetrante influencia gringa con su “halloween”. Sinceramente, creo que los medios de difusión, principalmente la televisión, han  tenido mucha culpa de ello, otro tanto los maestros en las escuela y mucho más los padres de familia que se han dejado seducir; esto es reprobable porque no aporta nada favorable a nuestra cultura, al contrario, nos invade negativamente.

Pero volviendo a Coco. Es admirable la forma en que aterrizan para el inicio de la trama, desde un principio jala el personaje de la abuela mandona que detesta la música, pero a la vez, la recia posición de su nieto Miguel que se aferra al talento musical que trae en sus genes; esas escenas de uno y otro, desarrolladas en un pueblo netamente mexicano, la verdad me convencieron.  Cuando el niño está en la plaza lustrando las botas del mariachi, mi recuerdo regresó 65 años, de cuando cargando mi cajón de bola incursionaba entre la algarabía concurrente en el Mercadito Rafael Buelna; dejando a un lado la nostalgia, vuelvo a la imagen dura de la abuela y la espantada cara del mariachi que huye de aquel torbellino. Pero el niño no se arredra, se anima con una convocatoria a un concurso de canto, y seguido de su fiel amigo, un perro xoloitzcuintle decide robar la guitarra expuesta en un mausoleo del panteón, en el recinto se muestra un gran cuadro del ídolo, con esa imagen los cinéfilos nos alegramos, me pareció muy atinada la inclusión del más afamado charro, actor y cantante mexicano. Pero,  de nuevo la bravura de la malvada abuela se impone, esta vez, demostrando su violento carácter al destrozar la legendaria guitarra del ídolo del pueblo.

Al entrar a las escenas fascinantes donde los muertos “viven” su mundo maravilloso, me quedé impresionado: la belleza, el colorido y todo lo que componía aquel ambiente tan mágico e increíblemente deslumbrante, dio a la historia una reactivación que me alegró y cautivó todavía más. Es en esta parte donde más se realza la música mexicana, tanto de mariachi como de banda sinaloense. La presencia de los que se nos fueron al más allá, entre otros, pude identificar a: Jorge Negrete, Cantinflas, María Félix, El Santo y Frida; fue un gran acierto de los creadores del tema, ellos son: Lee Unkrich, Jason Katz, Mattew Aldrich y Adrián Molina.

Pero el personaje que viene a retomar, por decir la segunda parte de la historia, representa al traicionado por el ídolo impostor. Las aventuras del niño y aquel desdichado, son intrépidamente increíbles. Ese sesgo es de una importancia capital, luego veremos por qué.

Me entretengo un poco para manifestar mi asombro, a la vez el reconocimiento, por la tan atinada conformación de las calacas, las escenografías y la gran ambientación que nos envolvió de principio a fin, los diálogos y el manejo de las reacciones de los “actores”, que en ningún momento cayeron en la exageración, ni aun cuando se desarmaban. Todo ello debió costar un trabajo enorme a los hacedores de esta magia, son tecnologías de nuestra era, que por fortuna, nos permiten hacer realidad hasta lo impensable.

En mi etapa juvenil, fui miembro de las Juventudes Comunistas Mexicanas. Integré una célula que tenía por misión dogmatizar prospectos. En una ocasión tuvimos como tal a un albañil, cuando éste manifestó estar convencido de pertenecer a nuestras filas, le pedimos una muestra de su convicción; mi compañero, que era un grado más irreverente que yo, le puso como prueba que renegara de su religión, y para ello, debía destruir el pequeño altar que tenía en una esquina de su humilde sala. El albañil miró el rinconcito, luego a nosotros, y acto seguido, con arrebato demencial descolgó un machete y blandiéndolo gritó: ¡Ora verán hijos de chingada! ¡Seré ateo, pero a mí virgencita de Guadalupe, me la respetan, cabrones! Salimos a la estampida con el albañil atrás; hizo que nos meáramos de miedo.

Traigo a colación esta lejana anécdota, porque me resulta análoga al referirme a algo con lo que no estoy de acuerdo con los realizadores del guion de Coco. No entiendo por qué, o en todo caso, que los hizo sostener la idea de sugerir que nuestro máximo ídolo Pedro Infante Cruz, pudiera haber sido un malvado ser humano. El sesgo que da la historia al enfilarse hacia el final, sugiere que el mejor cantante y actor del cine mexicano, mi eterno ídolo, en la película, se manifieste como un abominable engañador y asesino. Eso (¿dónde dejé mi AK-47?) ¡Jijos del máiz, no lo puedo aceptar!

Se han rebasado los seis meses, y Quirino y Estavillo siguen sin entender para qué están en sus puestos, no han atendido nuestro reclamo: ¡Justicia, Justicia, Justicia! Para Javier Valdez Cárdenas.

*Escritor, su novela Tierra blanca (la cuna del narcotráfico), búscala en: Educal, Gonvill, México y Porrúa.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
  • 00
  • Dias de Impunidad
RÍODOCE EDICIÓN 1104
GALERÍA
Operativo de fuerzas federales en el sector de La Lima, tras enfrentamiento ocurrido la madrugada de este domingo en Culiacán, que dejó un elemento de la Guardia Nacional (GN), muerto y otro lesionado .
COLUMNAS
OPINIÓN
El Ñacas y el Tacuachi
BOLETÍN NOTICIOSO

Ingresa tu correo electrónico para recibir las noticias al momento de nuestro portal.

cine

DEPORTES

Desaparecidos

2021 © RIODOCE
Todos los derechos Reservados.