“Porque somos personas, no números”. Era la consigna. Eran pocos pero enérgicos y desde las escaleras de la Catedral, jóvenes universitarios comenzaron la protesta por la ola de violencia y crímenes en Culiacán.
De febrero a la fecha son ocho jóvenes asesinados en el sector Tres Ríos.
Son personas, no números. Sin embargo el Fiscal Juan José Ríos Estavillo dio sus cifras la semana pasada ante los hechos delictivos que han teñido de sangre bares y restaurantes en las inmediaciones del boulevar Enrique Sánchez Alonso y Francisco Labastida Ochoa.
El contingente, en su mayoría integrado por jóvenes, comenzó su progresión. Vestidos de blanco la mayoría, muchos sostenían en sus manos cruces con nombres de compañeros, amigos, hermanos: todos jóvenes asesinados en hechos violentos.
Luego un pase de lista, como en clase. Pero este era en la calle, a través de un megáfono. Atrás un agente de Tránsito los escoltaba y sobre la calle Ángel Flores la marcha, la manifestación. La convocatoria fue a través de redes sociales y la consigna máxima fue “sin memoria, no hay justicia”.
La estela sangrienta se abrió en el bar el Pirata, en febrero de este año. Ahí dos sujetos activaron sus armas de fuego y dejaron tres muertos y cinco heridos. El hecho más reciente sucedió hace apenas una semana en el bar Reyes, el segundo en menos de un mes.