Pesca, en la opacidad, desinformación y sin políticas de protección y restauración: Oceana

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Pablo Arenas Fuentes, director del Instituto Nacional de Pesca (INAPESCA) llegó a Mazatlán el pasado miércoles 12 de junio por la tarde. Apenas un día antes, la organización no gubernamental Oceana México había dado a conocer públicamente el resultado de la auditoría “Pescando a ciegas”.

El documento, entregado tres meses atrás a Arenas Fuentes, describe el análisis de datos e información pública que Oceana México hizo a la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentable, Carta Nacional Pesquera (CNP) 2000-2018, Libros Rojos y Anuario Estadístico, solicitudes de información pública y estudios de caso de especies relevantes.

El informe detalla que se encontró opacidad y desinformación en el manejo pesquero y que no hay políticas de protección ni restauración de la pesca. Así como el incumplimiento de la CNP de publicarse cada año en el Diario Oficial de la Federación (DOF) según el artículo 32 de la Ley de pesca.

Pablo Arenas, quien tiene cuatro años en el cargo y fue ratificado por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo que el motivo de su visita a Mazatlán, junto con el Secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, fue reunirse con el Comisionado Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca) Raúl Elenes, para ver aspectos técnicos y afinar detalles de coordinación y seguimiento.
El Inapesca tiene 57 años de existencia en el país haciendo trabajo de investigación para el manejo de la pesca.

Con relación a la auditoría de Oceana México, dijo que tanto las fichas como dictámenes técnicos publicados en su página web, son insumos técnicos para que la autoridad (Conapesca) tome decisiones, toda la información es pública y no hay nada oculto.

“Estamos totalmente de acuerdo en que esto se haga público, de hecho están publicadas en el DOF y en nuestro sitio web igual que otras normas (…) como parte de la reunión de coordinación habíamos venido ya hablando de una reunión a fin de año para analizar con personalidades de la investigación pesquera mundial, la FAO, para analizar los insumos técnicos que se entregan a las autoridades para la toma decisiones en México y en el mundo, pero con énfasis en nuestro país”, explicó.

Oceana México señaló que entre el año 2000 y 2018 se publicaron 303 fichas, pero ninguna ha sido derogada, y que aparecen 83 fichas de pesquerías “vigentes”, además de que observó secrecía y opacidad para conocer a detalle su contenido.

“El 96 por ciento de fichas se encuentran sin evaluación disponible y solo el 4 por ciento cuenta con una evaluación oficial”, señala la auditoría.


Se le suma que el 51 por ciento de esas fichas tiene más de 6 años que no es actualizada y en el 99 por ciento la información es incompleta.

Oceana señaló también que existe descoordinación entre las autoridades federales encargadas de regular los permisos de pesca en el país, pues mientras INAPESCA recomienda no aumentar la entrega de dichos permisos, Conapesca lo hace; el pico más alto que se registró fue en 2016 con 5 mil 115 permisos entregados, seguido por 2015 con 4 mil 952 y 2017 con 4 mil 308.

Este tipo de prácticas pone en riesgo la seguridad alimentaria, el sector pesquero como tal, los ingresos y empleos que genera la actividad, el autoconsumo y los ecosistemas marinos.

Los ejemplos

Oceana México ejemplificó con diversas especies la sobreexplotación que observó en su auditoría
El Mero, la CNP pesquería deteriorada, se recomienda no aumentar el esfuerzo pesquero, pero Conapesca autorizó nuevos permisos y no emprendió acciones de restauración; Yucatán está al borde del colapso.

El Pulpo, especie que se encuentra sin cambios en la CNP ni actualización desde el año 2000

Tiburones. Información sobre pocas especies, menos de las capturadas, se permite la captura de especies amenazadas y la comercialización de aleta sin presencia de especímenes.
Las propuestas de Oceana México están enfocadas a establecer una política y mandato de restauración de pesquerías sobre explotadas, que haya transparencia inmediata, observancia irrestricta, actualización e investigación y alianzas estratégicas y colaboraciones.
Pablo Arenas reconoció que tuvo conocimiento desde hace tres meses de esta auditoría.

-¿Qué acciones ha tomado a partir de que conoció esta auditoría, antes de que Oceana la hiciera pública, qué hizo con esa información?

-Es correcto, tuvimos de hecho varias reuniones entre su equipo y el nuestro y en éstas le señalamos las deficiencias que su estudio tenía en términos metodológicos y entendimiento de nuestra legislación, les hicimos nuestras observaciones, nos señalaron que para ellos era complicado cambiar los resultados y eso fue el resultado de lo que hicimos. Estamos de acuerdo en muchas de las observaciones que se hace, nadie puede estar en contra de mejorar la investigación.

Con otras de las conclusiones de la auditoría no estuvo de acuerdo, no es un estudio de algo secreto, es público la CNP está disponible, “nuestra percepción es que el instituto debe seguir mejorando como lo hemos venido y haciendo, pero en general la investigación nos señala que las pesquerías industriales se encuentran en buen nivel, incluso algunas certificadas internacionalmente”, abundó.

No descartó integrar a Oceana México para trabajar en mejores estrategias, tal como lo harían con otras instituciones.

Artículo publicado el 16 de junio de 2019 en la edición 855 del semanario Ríodoce.

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