¿México sin T-MEC?

¿México sin T-MEC?

El regreso del poder legislativo a sus curules ha sido agitado y eficaz. El pasado 23 de agosto la Comisión de Asuntos Constitucionales aprobó la extinción de organismos autónomos, y este martes 27 se aprobó la reforma al Poder Judicial enviada por el presidente sin cambios y, por lo tanto, sin incorporar las propuestas y observaciones realizadas en los foros nacionales. Esas reformas y las recientes declaraciones de AMLO en relación a las embajadas de Estados Unidos y Canadá, han sembrado dudas sobre la estabilidad política en México y su participación en el acuerdo comercial más importante: el T-MEC que representó intercambios comerciales por 738 mil millones de dólares en el 2023.

¿Qué preocupa?

En un verano ya bastante movido en el sistema financiero global, diversas entidades han expresado preocupación por estos cambios que ponen en riesgo el cumplimiento de los acuerdos establecidos en el T-MEC. Por ejemplo, con la desaparición de organismos autónomos, no se asegura la libre empresa. También, aunque el Estado de Derecho requiere fortalecerse, la reforma propuesta incrementa sus riesgos, según expresan analistas extranjeros y nacionales.

Un acuerdo comercial no viola la soberanía nacional, pero establece compromisos

Si bien el Estado mexicano puede decidir su propio destino, un tratado comercial es como un matrimonio, aunque no se pierde la libertad de cambiar de opinión, los acuerdos que se hacen, a veces de manera informal, o incluso legalmente en contratos prenupciales, obligan a las partes a cumplir con esos acuerdos, que bien pueden terminar en divorcio.
La firma del TLCAN (predecesor del T-MEC), exigió un conjunto de cambios importantes en la regulación económica, el sistema financiero y las finanzas públicas, entre otras. Con el paso de los años, estas condiciones se fortalecieron, no por obligación, sino por gusto, pues el TLCAN ha representado una transformación económica en algunas regiones de México, por ejemplo, en la frontera norte.

Las reservas internacionales crecieron de 15 mil 671 millones de USD en 1996 a 224 mil millones en 2024, estas han crecido gracias a la llegada de dólares en forma de inversión, y a las exportaciones, que se incrementaron enormemente a partir del TLCAN. Lo que en pocas palabras nos permite no tener crisis de deuda externa.

En términos de inversión para 1994 la inversión extranjera directa fue de apenas 10.9 millones USD, y en 2023 fue de 36 mil millones, con la generación de empleos que ello implica.

Así, aunque México no ha logrado desarrollar algunas de sus cadenas de valor, el tratado ha posicionado a México como un país exportador de autos, televisiones, equipo médico y otros bienes que generan empleos bien remunerados, y serían menores o inexistentes sin el T-MEC.

¿Qué pasa si salimos del T-MEC?

México está adherido a la Organización Mundial del Comercio, su eventual salida del T-MEC no significa que las relaciones comerciales se frenen. Sin embargo, el optimismo económico durante 2023 se debía en parte por el interés de muchas empresas para localizarse aquí, principalmente por el T-MEC y la cercanía con EU y Canadá, lo que se conoce como nearshoring. No obstante, las nuevas inversiones fueron apenas el 13 por ciento de la inversión extranjera en 2023.

Si México sale del T-MEC, el crecimiento de empresas extranjeras se frenaría, habría salida de capitales, escasez de algunos productos extranjeros, y definitivamente depreciación de la moneda, afectando a toda la economía en general.

Artículo publicado el 01 de septiembre de 2024 en la edición 1127 del semanario Ríodoce.

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