La ballena blanca Hvaldimir, descubierta hace cinco años con un extraño arnés en torno a su cabeza, lo que generó sospechas de que era una espía de la marina rusa, fue hallada muerta en el suroeste de Noruega, según la organización Marina Minds que seguía sus desplazamientos.
“Hallé a Hvaldi muerta ayer cuando la buscaba, como lo hacía habitualmente”, dijo Sebastian Strand, fundador de la ONG Marine Mind, en un mensaje a AFP.
La ballena vista por primera vez en las aguas del Ártico noruego en 2019, supuestamente diseñado para llevar una cámara, el arnés tenía grabada la leyenda “Equipment St. Petersburg”.
El nombre de este cetáceo blanco de varios metros viene de un juego de palabras que asocia la palabra ballena (hval, en noruego), y el emblemático nombre ruso.
Lo que captó la atención es que la ballena era muy sociable con los seres humanos, pues se acercaba a las embarcaciones a saludar a las personas y también se detectó que atendía a las señales u órdenes que recibía de las personas.
Los medios de comunicación hicieron eco sobre la versión de que podría tratarse de una ballena entrenada por los rusos para espiar a los países vecinos.