El presupuesto ejercido, en el primer trimestre de este año, para la atención a quienes no tienen IMSS, ISSSTE o seguro médico privado y acuden al IMSS Bienestar o a las instancias estatales fue de 32 mil millones de pesos. En ese mismo periodo de 2018, el Seguro Popular había ejercido 44 mil millones.
Se invierte menos en la salud de los pobres en el gobierno de López Obrador, informa la Secretaría de Hacienda.
Miles de enfermos de cáncer dejaron de ser atendidos en los hospitales de gobierno y tuvieron que pagar hospitales particulares.
En esta administración, bajó 98 por ciento la atención a enfermos de cáncer en hospitales públicos de acuerdo a una investigación de Animal Político, con datos de INSABI e INEGI.
Para atender el cáncer infantil, el gasto, cada año, entre 2012 y 2016, fue de 500 millones de pesos; en los años siguientes bajó a 300 millones, pero en 2021 solo fue de 21 millones de pesos.
“El número de tratamientos en hospitales públicos pasó de 1 mil 600 en 2018 a 300 en 2021; es decir, en el gobierno de AMLO hubo 1 mil 300 tratamientos menos”, reporta Nayeli Roldán.
En cáncer de mama, el gasto gubernamental pasó de 1 mil 995 millones de pesos en 2018 a 170 millones, en 2021. Mientras que el número de tratamientos disminuyó de 7 mil 400 a 2 mil 500.
El cáncer cervicouterino tuvo 300 millones de pesos en 2018, pero solo contó con 15 millones en 2021 y los tratamientos bajaron de 2 mil 500 en 2018 a 800 en 2021.
En 2021, el INSABI usó la décima parte de su presupuesto, reintegró lo demás. El gobierno tuvo otras prioridades.
Se privatizó la salud.
En 2018 los hospitales privados aplicaron 48 mil tratamientos contra cáncer, en 2019 aumentaron a 94 mil; en 2020, 67 mil; en 2021, 76 mil; y en 2022, 64 mil.
Las enfermedades empobrecieron más a las familias.
Gastos catastróficos son aquellos que obligan a las familias a pedir prestado o vender su patrimonio para sufragar la atención a sus miembros.
En los primeros cuatro años del gobierno anterior, el Seguro Popular erogó un promedio de 10 mil millones de pesos anuales para el pago de tratamientos de enfermedades catastróficas como SIDA, cáncer o cuidados a recién nacidos en peligro.
Con López Obrador, en 2019, ese gasto cayó a 6 mil millones de pesos; en 2020 bajó a 5 mil 900 millones de pesos, y en 2021 disminuyó a 2 mil 800 millones, según un análisis de “México Evalúa” con información de la Secretaría de Salud.
En 2018, 3 millones 600 mil familias tuvieron que hacer este tipo de gasto. Esa realidad no se transformó, ni siquiera disminuyó. En 2022 aumentó a 4 millones 200 mil, según INEGI.
Datos oficiales indican que el gasto que hicieron los ciudadanos en 2022 para compra de medicinas creció en 39 por ciento respecto a 2018; y el de los más pobres, aumentó el doble.
Más mujeres muertas en el parto.
Durante el sexenio de AMLO, las mujeres que recibieron consultas prenatales en el INSABI disminuyeron 37 por ciento y el número de nacimientos atendidos cayó de 835 mil en 2018 a 238 mil en 2022 en los hospitales de la Secretaría de Salud.
Las muertes de mujeres en el parto aumentaron de 35 fallecimientos por cada 100 mil nacimientos en 2018 a 38 en 2022. El país retrocedió 22 años en evitar la muerte materna, subraya Roldán.
En Dinamarca mueren cinco de cada 100 mil.
Vacunaron menos a los niños.
En 2018, 575 mil niños no fueron vacunados, pero en 2019 sumaron 2.6 millones, y en 2020, fueron 3.4 millones los desprotegidos, según la Secretaría de Salud.
En 2019, el gobierno mexicano aplicó el esquema completo de vacunación al 79 por ciento de los niños, el de Dinamarca, al 98.
Ha habido desabasto de medicinas todo el sexenio.
En 2023, más de 7.5 millones de recetas no se surtieron efectivamente, sostiene la organización “Cero desabasto”.
La Jornada reportó el pasado 5 de enero: “El presidente dijo que es consciente de que hay hospitales y centros de salud que no cuentan con todos los medicamentos y que para resolverlo se creó la megafarmacia”.
La megafarmacia costó 2 mil 700 millones de pesos y surte un promedio de tres recetas al día.
Además de ineficiente, el sistema público de salud es discriminador. Un IMSS para clase media y pobres y otro IMSS (Bienestar) para los más pobres.
Los más pobres tienen prohibido usar clínicas y hospitales del IMSS regular.
El Presupuesto para 2024 indica que el gasto gubernamental por paciente del ISSSTE o IMSS será de 28 mil 925 pesos, muy superior a los 15 mil 507 por paciente del IMSS-Bienestar o SSA.
Desigualdad en las posibilidades de salvar la vida.
INEGI y CONEVAL señalan que la cantidad de personas con carencia por acceso a servicios de salud subió de 20 millones en 2018 a 50 millones en 2022. Nunca se había producido un retroceso de esa magnitud.
Para mejorar los resultados de la próxima encuesta, enviaron servidores de la nación a “sugerir” a la gente que responda que sí tienen servicios de salud y a darles credenciales del IMSS Bienestar.
Credenciales, sí. Presupuesto y medicinas, no.
Sheinbaum preguntó, segura, al pueblo de Chilón, Chiapas. “¿Cómo están los centros de salud?”. Le respondió un grito unánime: “maaaaal”. ¿Qué le falta? Repreguntó. “Toooodoo”, adujo la muchedumbre.
Artículo publicado el 28 de julio de 2024 en la edición 1122 del semanario Ríodoce.
