En México 2.5 millones de personas viven con psoriasis, una enfermedad inflamatoria sistémica crónica, caracterizada por la presencia de lesiones escamosas y rojas, en piel y articulaciones.
La psoriasis, está entre las 10 primeras causas de consulta dermatológica, y en nuestro país es cada vez más frecuente, destaca la dermatóloga Leticia Paulina Alfaro Orozco, en el marco del Día Mundial de la Psoriasis.
Los principales signos, detalla la especialista adscrita al servicio de dermatología del Hospital Civil de Culiacán, son la presencia de placas en la piel que, “se identifican por el enrojecimiento (eritema) y una escama blanca y gruesa, que se asemeja al yeso”. También, “puede haber fisuras o grietas cuando afecta las palmas o las plantas, o incluso puede haber pústulas”.
La causa de la psoriasis no se conoce aún, explica la experta en salud de la piel, sin embargo, hay un factor que influye en su desarrollo, el genético; “si una persona tiene un familiar afectado, ya sea de primer o segundo grado, es más probable que padezca psoriasis en algún momento de la vida”, expone.
En los últimos años, los investigadores tratando de explicar algunas enfermedades de la piel, como la psoriasis “han puesto especial atención al eje intestino-piel, hay una teoría,” detalla, “que dice que los pacientes con psoriasis presentan una hiper-permeabilidad intestinal con disbiosis intestinal” generada a lo largo de la vida, que “despierta el sistema inmunológico y genera una respuesta inflamatoria anormal en contra del paciente”, detalla Alfaro Orozco.
En cuanto a los signos y síntomas, “los primeros van a depender del tipo de psoriasis y la zona donde se manifieste; mientras que la sintomatología es propia de cada paciente”.
“Hay pacientes que experimentan prurito (comezón) de leve a intenso, lo que puede generar trastorno del sueño; en el caso de los pacientes que tienen fisuras y grietas presentan dolor”, detalla Alfaro Orozco.
Existen varios tipos de psoriasis que se presentan y afectan de diferente manera:
En placas: “representa entre el 80 y 90 por ciento de los casos”. “Es cuando se ve una mancha roja con una escama gruesa blanca (placas), generalmente aparecen en el tronco, y salientes óseas: codos y rodillas; y piel cabelluda, se puede confundir con la caspa común”.
En gotas: afecta frecuentemente a niños y adultos jóvenes, “es similar a la ‘en placas’”, pero, “las lesiones son pequeñas, y frecuentemente se asocia a un proceso infeccioso en la garganta”.
La postular: “esta, se identifica por la presencia de lesiones de contenido purulento, y pueden afectar gran parte de la superficie corporal, o palmas y plantas”, indica.
En pliegues o invertida: este tipo detalla la especialista, “afecta los pliegues de las axilas, debajo de la mama, ingles, área genital y el pliegue interglúteo”, y se caracteriza por la presencia de “una mancha roja que puede o no dar comezón, y no se ve la escama blanquecina”.
Eritrodérmica: “es la menos frecuente, afecta entre el 1 y 2 por ciento de los pacientes, y la más grave debido a su extensión, ya que se presenta en casi toda o toda la superficie corporal. Es cuando el paciente se pone todo rojo, y escamoso”.
Complicaciones
Los pacientes con psoriasis, expone, “tienen mayor riesgo de diabetes, hipertensión u obesidad; enfermedades cardiovasculares, ansiedad y depresión”.
“Hasta el 30 por ciento de los pacientes con psoriasis tienen afección articular”, añade, por lo que “es de vital importancia la detección temprana, ya que puede llegar a ser deformante o incluso mutilante”.
Por otro lado, recomienda que, si se detecta alguna lesión en la piel, sea o no característica de la psoriasis se acuda a consulta dermatológica y se evite la automedicación, debido a que en ocasiones esto “retrasa el diagnóstico o favorece a formas de psoriasis severa”.
“Existen diversos tratamientos que ayudan a controlar la psoriasis”, detalla, que van desde “tópicos: cremas, lociones y champús; hasta sistémicos: con medicamentos a través de la vía oral o subcutánea”.
Además del tratamiento farmacológico, “es importante que el paciente haga cambios en su estilo de vida como: evitar el tabaquismo, manejo adecuado del estrés, realizar actividad física y llevar una alimentación sana con el menor consumo de alimentos proinflamatorios”.
Artículo publicado el 29 de octubre de 2023 en la edición 1083 del semanario Ríodoce.