Ante la exigencia de Israel de ordenar a la población que abandone en un plazo de 24 horas por “su seguridad y protección” el norte de la Franja de Gaza, las Naciones Unidas advirtió que la medida tendrá consecuencia humanitarias devastadoras.
En medio de los bombardeos, la ONU fijó su posicionamiento y pidió al gobierno israelí que rescinda la disposición de traslado inmediato al sur de Gaza para la población, en medio de bombardeos, sin ofrecerles ninguna garantía para su seguridad o su regreso.
El desalojo de la población en la Franja de Gaza se registra en medio del terror de que en un momento a otro inicie un ataque devastador, masivo e intenso en el territorio, como parte de otra fase del enfrentamiento.
Mediante un comunicado la ONU señala que existen civiles palestinos, incluidos mujeres y niños que están aterrorizados, heridos y traumatizados.
Las estimaciones de la ONU calculan que un aproximado de 1,800 palestinos muertos hasta el momento a causa de los ataques aéreos israelíes, además de la destrucción de infraestructura y un asedio total que ha privado a los civiles de electricidad, alimentos, combustible y agua potable.
“Las guerras tienen reglas y los civiles deben ser protegidos en todo momento. Según el derecho internacional, Israel debe tomar medidas de precaución en futuros ataques para limitar el daño a civiles y bienes de carácter civil”, recalcó el sistema de la ONU en Palestina.
La movilización exigida por Israel implica el desplazamiento de 1.1 millones de personas, quienes no pueden huir en un día, sin contar con un vehículo y en medio de bombardeos.
A ello se suma la dificulta de trasladar en apacientes vulnerables que se encuentran en hospitales.
Por su parte de la Organización Mundial de Salud expresó que la exigencia de Israel equivale a “una sentencia de muerte” para muchos enfermos.