Después de 14 años de tener el primer registro, un ejemplar de la tortuga laúd, que se encuentra en peligro de extinción, visitó y anidó en la playa Cerritos, a la altura del cárcamo de rebombeo de la Jumapam, en Mazatlán.
Operadora y Administradora de Playas del Ayuntamiento de Mazatlán informó que la tortuga depositó 79 huevos.
“Durante los 32 años pasados, se tuvo las anidaciónes principalmente de tortuga Golfina, unas pocas de tortuga negra y solo se tenía un registro de una Tortuga Laúd en el área de Cerritos frente al Hotel Torres Mazatlán; hoy con beneplácito tuvimos nuevamente la visita de una hembra de esta especie, después de 14 años de tener el primer registro, en esta ocasión salió a anidar en Cerritos a la altura del cárcamo de rebombeo de la jumapam, logrando depositar 79 huevos”, informó.
“Esta especie de tortuga marina se encuentra en peligro crítico de extinción, debido a la alta contaminación de los océanos por plástico, entre está basura se encuentran las bolsas de plástico, las cuales son ingeridas por estás tortugas al confundirlas con medusas, su principal fuente de alimentación”.
Las tortugas laúd son las más grandes de la Tierra, crecen hasta 2 metros de largo y superan los 907 kilos, “estas reliquias de reptiles son los únicos representantes que quedan de una familia de tortugas cuyas raíces evolutivas se remontan a más de 100 millones de años, alguna vez estas especies predominaron en todos los océanos excepto en el Ártico y la Antártida, pero en la actualidad su población está disminuyendo rápidamente en muchas partes del mundo”.
Mientras que todas las demás tortugas marinas tienen caparazones duros y óseos, el caparazón azul como la tinta de la tortuga laúd es algo flexible y casi gomoso al tacto, las crestas a lo largo del caparazón ayudan a darle una estructura más hidrodinámica, esta especie puede sumergirse a profundidades de 1280 metros (mucho más profundo que cualquier otra tortuga) y pueden permanecer sumergidas hasta 85 minutos.