Deudos de María Beatriz León buscaban una segunda mujer y a un hombre, pero nadie les dio razón; se afirma en Sinaloa de Leyva que fueron levantados ella, su hijo Bryan, su padre, su secretaria y un asistente
La muerte en Los Mochis de la dos veces alcaldesa de Sinaloa municipio, María Beatriz León Rubio, evolucionó de un accidente circunstancial a una conspiración aderezada por el hermetismo de las exequias.
León Rubió ganó la alcaldía de Sinaloa municipio bajo las siglas del Partido Revolucionario Institucional en el 2016 y la mantuvo hasta el 2021 habiendo ganado la elección del 2018, cuando la ola obradorista y del Movimiento de Regeneración Nacional llegó a la entidad. En Sinaloa municipio, no avanzó porque Rolando Mercado mantuvo la hegemonía tricolor sobre Mónica Cecilia Nava, de Morena, que denunció intervención armada en su contra habiéndole privado de la libertad familia y operadores políticos.
En su municipio, entre la comunidad, según el alcalde, Rolando Mercado, también de extracción priista, María Beatriz León Rubio había dejado honda ascendencia por su forma de gobernar y de acercarse a la gente, para resolver carencias de servicios públicos.
En Los Mochis, el alcalde de Ahome, Gerardo Octavio Vargas Landeros salió a luz pública, primero para revelar que la ex alcaldesa de Sinaloa municipio era la mujer que había fallecido y cuyo cuerpo había sido encontrado a bordo de una vagoneta hundida en el canal Lateral 18 y, segundo, en lo que parecía había sido un accidente ocurrido durante la madrugada del miércoles 21 de junio al suroriente de Los Mochis, en donde no se encontró a ninguna persona más.
Para entonces, ya la versión del complot era vox populi, pues deudos de la finada política habían llegado hasta la dirección de Vialidad de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana exigiendo la confirmación de la muerte de María Beatriz León Rubio, el paradero de una secretaria —de nombre Baudelia— que le acompañaba y de un hombre que sabían había salido lesionado y recogido por los ocupantes de otro vehículo que viajaban justo atrás de la vagoneta, confirmó José Alfredo Gutiérrez Rivera, director de la corporación.
Desde el día del “accidente” se corrió la versión de que la exalcaldesa había sido levantada en su casa por un grupo armado un día antes. Y que, en una operación simultánea, también se llevaron a su padre, a su hijo Bryan Castro León, a su secretaria y a un asistente.
“Les aclaré que no teníamos datos de lo que ellos decían, que el cuerpo estaba en una funeraria en calidad de desconocida, que a bordo de la unidad accidentada de la que no se tenían datos por no tener registro, sólo estaba ella y nadie más, y que cuando los elementos llegaron al lugar, amaneciendo, la vagoneta estaba totalmente cubierta por el agua del canal, sin indicios ni confirmación de que alguien hubiese salido del vehículo. Ellos, después se retiraron”, dijo el director de Vialidad.
El peritaje no concluyente de Vialidad establece que la vagoneta Kía, modelo 2017, color gris y placas VTE-2761 de Sinaloa, en la que fue encontrado el cadáver, fue una salida de camino, sin revelar con exactitud las causas que lo originaron.
El documento tampoco señala con precisión a qué hora ocurrió el percance a la altura del kilómetro 1 del tramo Centenario-colonia 20 de noviembre del libramiento Oriente antes carretera lateral 18, pues el aviso se recibió a las 06:00 horas, de una unidad adentro de la obra hidráulica.
“No podemos precisar quién conducía, sólo que a bordo estaba el cuerpo de una mujer; y por estar sin vida, no se estableció qué influyó para terminar en el canal, si fue el cansancio, una distracción, pérdida del control. Eso será papel de la vicefisalía (Regional de Justicia en la Zona Norte) pues a ellos se turnó el caso”, secundó Gutiérrez.
De acuerdo con fotografías, a bordo de la vagoneta y en la parte posterior, los peritos encontraron botellas de cerveza Ultra y de vino tinto, snacks y platos desechables. “Nosotros no determinamos si la mujer sin vida había ingerido alcohol antes, porque esas pruebas no las hacemos. El indicio sólo nos revela la posibilidad de que retornaba de un convivio. Será la fiscalía la que determine esa causal”.
Para el jefe del departamento de Vialidad, Gutiérrez Rivera, el caso es un accidente de tránsito tipo salida de camino, cuyas causas las ahondará la fiscalía (FGJES), o bien, si se trata de algo mayor, también serán ellos los que la determinen.
De acuerdo con datos de la necropsia, León Rubio murió por sumersión en medio líquido, es decir, ahogada.
En la funeraria en donde se analizaba el cuerpo y en donde los deudos la identificaron, algunos familiares se acercaron a reporteros para explicar que las pompas fúnebres serían breves en el municipio natal y que nadie de la familia emitiría una declaración de duelo.
Y como lo anunciaron, ocurrió. Sólo familiares cercanos y allegados estuvieron en el cortejo fúnebre. No hubo homenaje político luctuoso, sino misa de cuerpo presente, una visita brevísima al rancho ganadero familiar y luego a la cripta.
Todavía después de las breves honras fúnebres, ofrecidas en la iglesia de San Felipe y Santiago, de Sinaloa de Leyva, se siguió asegurando entre los vecinos de Sinaloa de Leyva, que María Beatriz había sido levantada por un grupo armado, ella y cuatro personas más, un día antes, entre ellas su padre, su hijo —Bryan Castro León—, su secretaria y un asistente.
Hasta el viernes, fuentes de Ríodoce aseguraron que todos, menos el hijo, habían sido liberados.
Artículo publicado el 25 de junio de 2023 en la edición 1065 del semanario Ríodoce.