Las autoridades sanitarias de Estados Unidos confirmaron cinco casos de malaria durante los últimos dos meses en los estados de Florida y Texas, la primera vez en dos décadas en los que se detectan contagios por esta enfermedad a causa de transmisiones locales.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) emitieron una alerta tras confirmar cuatro casos en Florida y uno en Texas, antes de recalcar que “existe una preocupación por un potencial aumento de los casos importados de malaria asociados con el incremento de los viajes internacionales en verano de 2023”.
Así, resaltaron que “están colaborando con los dos departamentos de Salud estatales en las investigaciones en marcha tras la transmisión local de casos de Plasmodium vivax“, antes de especificar que “no hay pruebas que sugieran que los casos en los dos estados están relacionados”.
Clinicians and public health authorities: CDC issues Health Alert Network (HAN) Health Advisory about locally acquired malaria cases identified in Florida and Texas within the last two months.
— CDC (@CDCgov) June 27, 2023
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“En Florida se han identificado cuatro casos en una proximidad geográfica, mientras que hay una supervisión activa por posibles casos adicionales”, señalaron, al tiempo que hicieron hincapié que también se está supervisando la situación en la zona donde se ha detectado el caso en Texas.
“Todos los pacientes han recibido tratamiento y están mejorando”, apuntaron los CDC, que detallaron que “no se habían registrado casos locales de malaria en Estados Unidos desde 2003, cuando se identificaron ocho casos de Palasmodium vivax en el condado de Palm Beach, Florida”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca en su página web que la malaria también conocida como paludismo, “es una enfermedad potencialmente mortal transmitida a los humanos por algunos tipos de mosquitos”, especialmente en “países tropicales”.