Las autoridades estadounidenses indicaron que continúan buscando al sospechoso del tiroteo que tuvo lugar este fin de semana en Texas, en el que murieron cinco hondureños, entre ellos un niño de 8 años.
“Estamos llegando a un callejón sin salida (…) En este momento tenemos cero pistas”, reconoció el agente James Smith, que lidera la oficina del FBI en el área de Houston, en una conferencia de prensa ayer domingo.
El sospechoso, identificado como Francisco Oropesa, de 38 años de edad y de nacionalidad mexicana, logró eludir a más de un centenar de agentes, por lo que continúan las labores de búsqueda en la zona, pese a que las fuerzas de seguridad habrían encontrado su móvil y parte de su ropa durante la jornada del sábado, así como el arma utilizada en el ataque.
El individuo efectuó los disparos con un fusil de asalto AR-15 en el pueblo de Cleveland, a unos 75 kilómetros de la ciudad de Houston, según informó la Policía del condado de San Jacinto.
Las autoridades locales de Texas ofrecieron una recompensa de hasta 5 millones de dólares a quien tenga cualquier tipo de información que conduzca a su arresto.
El sheriff del condado de San Jacinto (Texas), Greg Capers dijo que los fallecidos fueron Daniel Enrique Lazo, de 8 años; Sonia Argentina Guzmán, de 25 años; Diana Velásquez Alvarado, de 21 años; Obdulia Molina Rivera, de 31 años y José Jonathan Cáceres, de 18 años.
