Mientras, miles de ellos se debaten en la miseria, la insalubridad y explotación

La muerte de infantes, hijos de jornaleros agrícolas en la zona norte del estado, hizo sonar las alarmas gubernamentales sobre la situación que sufre este sector de la población, sin embargo, en el Congreso del Estado quedó inmóvil desde hace meses una iniciativa que busca proteger sus derechos laborales.

La iniciativa fue presentada desde mayo del año pasado por la diputada Deisy Ayala Valenzuela, Integrante del Grupo Parlamentario del PRI. La propuesta busca expedir la Ley de Protección a las Actividades del Campo y el Jornal Agrícola para el Estado de Sinaloa, para garantizar la protección y el respeto de los derechos y garantías de los trabajadores del campo y jornaleros agrícolas en la entidad.

La propuesta plantea legislar sobre los canales adecuados y necesarios para vincular a la administración pública en Sinaloa con los diferentes aspectos que entran en juego en el trabajo del campo que tiene especiales particularidades como el trabajo por jornal o destajo, y la pertenencia mayoritaria a alguna etnia.

La iniciativa propone definir los canales de comunicación y coordinación interinstitucional para vigilar permanentemente el respeto a sus derechos humanos, la protección en el uso de sustancias tóxicas, evitar la explotación laboral y el trabajo infantil, entre otros aspectos.

Aunque la iniciativa tuvo un tránsito ágil del proceso legislativo durante el mismo mes que fue presentada, quedó prácticamente inmóvil, luego que fue turnada a las comisiones de Puntos Constitucionales y Gobernación, de Asuntos Obreros y de Trabajo y Previsión Social, y la de Asuntos Agrarios.

De acuerdo con la Ley Orgánica del Congreso del Estado la iniciativa debió dictaminarse desde noviembre del año pasado, pero quedó en lo que se denomina coloquialmente “congeladora legislativa”.

En varias ocasiones, la diputada presidenta de la Comisión de Asuntos Obreros y de Trabajo y Previsión Social, ha tomado la tribuna a lo largo de la Legislatura para denunciar las condiciones en que viven los jornaleros agrícolas.

Ayala Valenzuela, incluso, se ha conmovido hasta las lágrimas en tribuna al referirse a las precarias condiciones que viven los jornaleros. Es una situación que conoce de primera mano porque de niña y adolescente trabajó como jornalera junto a su abuelo y su madre.

Desde entonces le tocaba ver a los jornaleros migrantes que trabajaban en los cultivos agrícolas de exportación. Vivían estos trabajadores, relata, en galerones, en condiciones inhumanas. Están también los jornaleros que se establecen con sus propios medios en zonas agrícolas como es el caso de Villa Juárez.

odos los jornaleros, independientemente, del tipo de jornaleros que sean padecen desigualdad e injusticia, advierte la diputada avecindada en el Valle del Carrizo, municipio de Ahome.

En el Plan Estatal de Desarrollo del Gobierno 2022-2027 de Rubén Rocha Moya, se hace referencia que en la temporada agrícola otoño-invierno 2021-2022, arribaron a los campos agrícolas 180 mil jornaleros para ser contratados por las empresas agrícolas exportadoras de Sinaloa.

El mismo documento reconoce como un grupo vulnerable a los jornaleros, muchos de los cuales llegan a los campos acompañados de sus familias para habitar cuarterías colectivas en condiciones indignas para los seres humanos, por no contar con servicios básicos ni acceso a la educación, además de que se encuentran a expensas de abusos de patrones como vendedores de drogas y tratantes de personas.

“A mis diez años, cuando andaba en el campo bajo el sol abrazador, lo único que sabía es que no quería estar toda una vida allí, me prometía estudiar y trabajar duro para cambiar esa realidad, eso era lo único que sabía, no sabía que las personas que hacíamos ese trabajo teníamos derechos, y pienso que mi padre ni mi madre sabían, es más la gente que trabajaba a nuestro alrededor tampoco lo sabía”, lamenta.

Los jornaleros, señala, no conocen sus derechos, ni que existe una Ley Federal del trabajo, incluso ni siquiera saben quién los emplea. Se suben a un camión cada mañana que los lleva a los campos sin saber con exactitud a dónde van.

Hay jornaleros que tienen trabajando en Sinaloa 30 o hasta 50 años, sin prestación alguna, porque les pagan por día, ganando apenas 200 pesos que es insuficiente para sostener a la familia, y por eso tratan de trabajar todos.

Recuerda que una jornalera le contó que trabaja en campo de arándanos y le preguntó si era cierto que esas cajitas que llenaban las vendía el patrón en 200 pesos, y comentó que una sola le pagaba a ella el trabajo duro de todo un día de recolección.

Las familias de jornaleros, cuestiona, viven en espacios insalubres, sin privacidad a merced de las inclemencias del tiempo. Generalmente alejados de los centros poblacionales. Quienes lo hace por cuenta propia rentan espacios de tres por tres metros sin ventanas con una cortina deshilachada de puerta. Ahí tiene que vivir la familia entera y pagar 300 pesos por la semana. Si meten un ventilador, un cooler o un refrigerador, la renta aumenta considerablemente. En el predio puede haber seis cuartos o más, con un baño común para todas las familias.

Los trabajadores, además, saben que no se deben enfermar, porque si se enferman así deben trabajar, porque si no lo hacen, no tienen ingresos para comer.

Relata también que en acercamientos con las familias se ha encontrado la realidad más cruda que viven las jornaleras, las cuales sufren violencia, pero la soportan para que sus parejas las ayuden a alimentar a los tres o cuatro hijos. Ante la falta de guarderías, los niños más grandes cuidan a los más chicos.

A raíz del caso de hijos de jornaleros que padecen desnutrición y diversas enfermedades en campos agrícolas de Juan José Ríos, una comisión de diputadas revisó la situación de las cuarterías, en donde se inició una estrategia emergente de atención por parte de los tres niveles de gobierno.

Durante la visita se comprometieron a revisar la problemática para ver si existen implicaciones que permitan al Congreso del Estado contribuir a que se respeten los derechos humanos de los jornaleros y sus familias.

Artículo publicado el 26 de marzo de 2023 en la edición 1052 del semanario Ríodoce.