La actriz culichi protagoniza la película, que ha recibido premios internacionales y se proyecta en cines comerciales
Natalia Solián nació en Culiacán. Su vida siempre había sido el teatro; sus padres Alberto y Dolores, actores de la vieja escuela en Sinaloa, le mostraron ese mundo, ese mismo que ahora la llevó a la pantalla grande.
Huesera, no solo ha sido su papel protagónico más importante, sino una aportación al cine mexicano de terror, con un listado de reconocimientos obtenidos; Premio del Público a Largometraje Mexicano de Ficción, en el 20 Festival Internacional de Cine de Morelia; Premio a Mejor Dirección Revelación y a Mejor Película Iberoamericana, en el Festival de Cine de Sitges; Premio a Mejor Director de Nuevas Narrativas y Premio Norah Ephron en el Festival de Cine de Tribeca.
En esta película, protagoniza a Valeria, quien representa la dualidad de la maternidad; la felicidad y el temor de traer al mundo una nueva vida. Se aborda además la sexualidad y el rol que la sociedad asigna a las madres.
“Yo tenía un tiempo buscando colocarme en un proyecto que me interesara dramáticamente. La postura femenina, la voy a defender siempre humanamente, me gusta mucho replantearme el rol que tenemos en la sociedad, esos roles tan preconcebidos como el de la maternidad”, comentó.
“Esta fue una película muy demandante, hubo muchos llamados nocturnos, frío, situaciones incómodas, fue sobrevivir un poco a la adversidad externa. Mi trabajo me gusta mucho, a actuar no le pongo un pero”.
Un privilegio
Solián manifestó que llegar a esta oportunidad, es resultado del esfuerzo, de ser necia y de pelearse con mucha gente.
“Sí me he perdido de varias cosas, no es un camino fácil y he elegido el lado más largo para llegar, pero llegas con convicción, creyendo en uno mismo, no quitando el dedo del renglón, siendo muy necia”, expresó.
“Crecí rodeada de mucha creatividad y emoción, claramente en un punto de mi vida, me tuve que romper y buscar mi propia identidad. Ha sido hermoso que mi papá me acompañe hasta aquí; me ha dado mi espacio y eso se lo voy a agradecer toda la vida”.
Para la actriz, haber nacido en su familia ha sido una fortuna hermosa, un gran privilegio, algo divino que vino con ella a este mundo. Y siempre le va a prender una veladora al más grande por eso.
“Los sinaloenses tienen una imaginación privilegiada, somos criados en un espacio de luz impresionante, el arte está dentro de nuestro imaginario ya de por sí, tenemos facultades increíbles y grandes exponentes en el mundo, tenemos grandes recursos para acercarnos al mundo de la creatividad y me siento muy privilegiada por eso”, indicó.
El cliché del cine mexicano
Hacer cine mexicano de autor no es fácil. Huesera, dirigida por Michel Garza Cervera, rompe de acuerdo a Solián con ese cliché del cine mexicano.
“No había salido del cliché de vamos a hacerle casting para la buchona’, todo iba en ese sentido y era algo que francamente no era, no soy ese estereotipo, no lo viví en mi infancia, no lo ensalzo, con esta película se me abrieron muchos otros caminos”, reconoció.
“A mi parecer es que tenemos que rescatar esta bandera, volvernos a poner y volverle a dar credibilidad ante los ojos del mundo. Basta que salgamos al mundo a ser lo que somos para que el mundo se de cuenta”, aseguró.
Huesera, dice, le permitió mostrar una propuesta de las que no son comunes en el cine mexicano, del que siempre quiso hacer.
“Ser madre es el proceso más hermoso de crecimiento que he tenido y este papel llega en el momento adecuado de mi vida, con mucha intimidad y capacidad de acompañamiento”.