El controvertido proyecto sólo desviará el 20% del agua de lluvias, acusan opositores
La obra “Desincorporación y desalojo de las aguas pluviales del cerro de la Memoria”, en Los Mochis, sólo logrará desviar el 20 por ciento del agua de las lluvias y no evitará inundaciones.
Durante una reunión realizada el pasado 21 de septiembre, en la que estuvieron cuatro regidores de la Comisión de Obras Públicas del Ayuntamiento de Ahome y opositores al proyecto, Héctor Hallal Zepeda, del organismo “Por un Mochis Mejor”, Luis Alfonso Cota, de la Academia Nacional de Arquitectura Capítulo Sinaloa Sección Norte y de Sinergia, organización de ingenieros y arquitectos, y Guillermo Padilla Montiel, de Vigilantes Ciudadanos por la Transparencia de Sinaloa, el promotor Manuel de Jesús Pellegrini Cervantes y Luis Carlos Lara Damken, director del Instituto Municipal de Planeación, se generó nuevamente la polémica.
Tras escuchar el proyecto con sus anotaciones debidas, los disidentes y regidores comprobaron que el proyecto que presuntamente evita las inundaciones recurrentes en la colonia Magisterial, no sirve.
El regidor, Ramón Salmerón, afirmó que fue claro el promotor del proyecto al establecer que la obra no detendrá las inundaciones recurrentes, porque no es la función, sino el de contener los sólidos, lodos y piedras que arrastran las lluvias porque dañan el drenaje sanitario.
Para ello, se construiría una rampa de detención del agua y canaletas que conducirían los escurrimientos de 4 mil 400 litros por segundo que produciría una lluvia de 50 milímetros hacia una trampa de retención de sólidos que estaría al pie de la escalinata del cerro de la Memoria para derivar el agua hacia el dren diagonal, que se utiliza para depositar los sedimentos de los filtros de la potabilizadora “Comisión de Río Fuerte”, y posteriormente hacia el dren Mochicahui, que rodea al sector oriente de la ciudad, explicó Raúl Pérez Miranda, gerente de la Junta de agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Ahome (Japama).
Esa obra sólo desviaría el 20 por ciento de la acumulación de agua, y el restante se quedaría en las calles, inundando la colonia, habría asegurado el promotor del proyecto, según los asistentes.
El agua retenida sería desviada hacia el dren bayoneta y después al Justicia Social para concluir en el dren Juárez y finalmente al desagüe.
En el papel y bajo el juicio de los políticos, la obra es viable, sin embargo, en lo práctico, es un fracaso, porque el dren Mochicahui tiene 26 estrangulamientos en su recorrido, con seis puntos críticos que remansan la lluvia y provocan inundaciones en las colonias Mañanitas y Rosendo G. Castro, pese a la construcción de un cárcamo de bombeo, expuso con documentos en mano Hallal Zepeda.
Cota, por su parte, afirmó que en total, lo promovido por el alcalde, Gerardo Vargas Landeros y por el gobernador, Rubén Rocha Moya es un engaño a la comunidad porque la obra en el cerro no tiene permisos de construcción y carece del cambio de uso de suelo.
El cerro fue clasificado con la etiqueta de conservación en el Plan Director de Desarrollo Urbano desde el 2015 y no hay un solo permiso vigente para su intervención, ni prueba de que la obra hubiese sido licitada como si fuera una errónea asignación directa, ni cuenta con un Director Responsable de Obra ni la venia del cabildo.
En conclusión, la obra es inviable e inservible para los propósitos pregonados, según Cota.
Para rematar el caso, Padilla Montiel denunció que el procedimiento acusa irregularidades graves porque el autor y promotor, Pellegrini Cervantes resultó ser un consejero de Japama que debió estar impedido para elaborar el proyecto, y su ejecución es un claro caso de tráfico de influencias y conflicto de intereses, teniendo dos responsables directos, el alcalde y el gobernador, quienes en los días próximos serán denunciados penalmente.
Pérez Miranda, en ese rubro descartó cualquier tráfico de influencias pues Japama no tiene injerencia en el proyecto por no ser su responsabilidad el drenaje pluvial, sino de Obras Públicas, en tanto que el puesto de consejero se le asignó al colegio de Ingenieros y este a su vez envió a Pellegrini. “No es una situación propia”, consideró.
En tanto que Hallal Zepeda, promotor de la Ley de Pluviales que el Congreso de Sinaloa mantiene “congelada” y coordinador del Plan Rector de Drenaje Pluvial de Los Mochis, el cual fue desechado por el propio alcalde Vargas Landeros y por Lara Damken del Implan, consideró que hay opciones más baratas y mucho más eficientes para desaguar las colonias aledañas al cerro de la Memoria, como lo es utilizar los pocos drenes abiertos del oriente para descargarlos en el estero de Juan José Ríos y no en la cuota cero del dren Juárez.
Con la obra del cerro de la Memoria pretender evitar la inundación de una colonia, pero poniendo bajo el agua a otras. “No es una solución, es agravar una situación”, dijo.
Artículo publicado el 02 de octubre de 2022 en la edición 1027 del semanario Ríodoce.
