Desde la Constitución, las empresas y el Estado no podrán establecer un límite máximo de edad para contratar a alguien, luego de que en la Cámara de Diputados se aprobara una reforma a la Carta Magna para impedir, de manera más efectiva, la discriminación laboral por ese motivo.
Con la mayoría calificada de 461 votos a favor, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen que reforma las fracciones III del Apartado A y VII del Apartado B del artículo 123 constitucional, en materia de igualdad y no discriminación en materia laboral de personas mayores.
La iniciativa fue presentada por la diputada Julieta Ramírez Padilla, de Morena.
En el documento, habla del rechazo a las personas adultas mayores, pero esto no le ocurre sólo a quienes tienen más de 65 años de edad, pues muchas vacantes indican una edad límite de 35, 40 años de edad máximo, de ahí la importancia de esta reforma que beneficia a un sector más amplio de la población.
La reforma propone dos modificaciones para garantizar a las personas de la tercera edad el derecho al trabajo, sin que medie discriminación alguna, lo que implica que ningún empleador, del sector público o privado, podrá poner un límite máximo de edad para la contratación de un empleado.
En la fracción III del Apartado A que a la letra dice: “Entre los obreros, jornaleros, empleados domésticos, artesanos y de una manera general, todo contrato de trabajo”, se añade que “tampoco podrá establecerse un límite máximo de edad para la contratación u ocupación de un empleo”.
Mientras que en la fracción VII del Apartado B a la frase “Entre los Poderes de la Unión y sus trabajadores” se incluye que “en ningún caso podrá establecerse una restricción de edad máxima para el acceso o continuación en un cargo dentro del sector público”.
De acuerdo con la Asociación Mexicana por la no Discriminación Laboral por la Edad o Género, el perfil más solicitado por las empresas es el de una persona de 28 años, con licenciatura y con entre tres y cinco años de experiencia. El estudio citado en la iniciativa señala que el 90 por ciento de las ofertas laborales deja fuera a quienes ya cumplieron 35 años.
(Con información de El Economista)
