La comunidad indígena de Paredones negó el consentimiento a la empresa Gas y Petroquímica de Occidente para que instale una planta de amoniaco en sus terrenos, convirtiéndose en la cuarta tribu de yoremes que la rechaza, pese las amenazas que vertieron desconocidos con “levantar” a sus dirigentas.
Este domingo, el rechazo a GPO y a Proman fue unánime, en una asamblea deliberativa en la que que no ocurrieron incidentes, como habían pretendido desconocidos al lanzar amenazas de agresión a los asistentes, con el fin de boicotear la asistencia.
Los indígenas abarrotaron las instalaciones de la cooperativa pesquera “Eustaquio Urías” y hasta suspendieron la pesca de camarón que ese domingo debió realizarse.
Y una vez allí, entregaron una acta de asamblea debidamente protocolizada por notario público que se realizó días antes. En ella, se patentizó el rechazo a la industria.
Irene Díaz López entregó a los organizadores de la consulta indígena el acta de asamblea del rechazo, y dijo que para cumplir el protocolo, 10 oradores fijarían la postura. Todos ellos fueron coincidentes con el no.
Con esto, se concluye la consulta indígena ordenada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en dos juicios de amparo otorgados a la comunidad de Lázaro Cárdenas, Ohuira y Paredones. Estas negaron el consentimiento a la GPO para instalarse, y Juan José Ríos opinión en contra, pero 15 comunidades fuera de la bahía y sin afectación directa a su forma de vida, rituales y medios de subsistencia, la avalaron.
