El hijo de Porfirio Lobo, expresidente de Honduras, Said Lobo de 19 años, falleció la madrugada de este jueves junto a otros tres jóvenes tras recibir varios disparos cuando salían de una discoteca en el noreste de la capital hondureña, Tegucigalpa.

Al confirmar la muerte de su hijo, Porfirio Lobo exhortó a las autoridades hondureñas para que “tomen cartas en el asunto” porque los asuntos de seguridad en la nación caribeña “se les está yendo de las manos”. “Tienen que poner orden”, ha dicho.

“Quienes lo mataron son gente entrenada, mataron a mi hijo y su conductor (…) Los hijos duelen”, señaló el ex mandatario a los medios en el lugar de los hechos.

Lobo, quien presidió Honduras entre 2010 y 2014, ha incidido en que no todas las medidas de seguridad aplicadas anteriormente son malas, criticando así el nuevo rumbo aplicado por el Gobierno.

La zona fue acordonada por agentes de la Policía Nacional, quienes llevarán a cabo las investigaciones pertinentes.

Junto a Said murieron otros tres jóvenes identificados como Luis Zelaya, de 23 años; Salomón Velásquez y Norlan Enrique Rodríguez. Se detalló que Zelaya era pariente del exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez.

De acuerdo con un video captado por cámaras de seguridad alrededor de las 02:00 horas, tiempo local, un comando armado interceptó dos camionetas en las que viajaban el hijo del expresidente de Honduras y sus tres acompañantes; a las afueras del estacionamiento del edificio Torre Morazán, a orillas de un bulevar de la capital hondureña.

En cuestión de segundos comienza la agresión contra las víctimas.

Hasta el momento, no hay detenidos por este crimen, sin embargo, la Policía Nacional Civil, maneja la teoría que los perpetradores podrían ser miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13) que utilizaron uniformes de la Fuerza Nacional de Antimaras y Pandillas.