Dámaso López Serrano, hijo de el ‘Licenciado’, tomará acuerdos a puerta cerrada con los fiscales

El juicio contra Dámaso López Serrano, el Minilic fue sellado de manera permanente desde hace meses, por lo que toda negociación que ocurra en los meses siguientes entre fiscales del Departamento de Justicia de Estados Unidos (USDOJ) y la defensa del acusado, se estaría realizando a puerta cerrada y sin posibilidad de que el público sepa qué tipo de acuerdos hizo el gobierno de ese país con el narcotraficante.

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“Puede que nunca sea extraditado a México porque la realidad es que el acusado está cooperando con el gobierno de Estados Unidos y ofreciéndoles información que puede ser valiosa para ellos”, dijo Luis Sáenz, ex fiscal del condado de Cameron, en Texas.

El escenario se vislumbra oscuro para la justicia, pues no sólo muestra cómo este tipo de negociaciones entre autoridades y narcotraficantes son cada vez más comunes en la impartición de justicia en ese país, sino que en el caso de López Serrano, tal vez nunca sea extraditado a México, donde desde 2019 es acusado de ser el asesino intelectual del periodista Javier Valdez Cárdenas.

“Eso por una parte, por otra –y sin tener afán de ofender a nadie–, los capos de perfil alto reciben trato preferencial en las cárceles mexicanas, y eso también influye para que los fiscales de mi país no tengan ningún interés de repatriarlos”, observó Sáenz.

Para los fiscales mexicanos que guardan toda la evidencia posible contra el Minilic, la justicia tendrá la última palabra y sostienen que tienen fe de que esta prevalezca, y que llegado el momento el gobierno estadunidense entregará a López Serrano a México para que enfrente los cargos por lo que es acusado, y que sostienen que el capo ordenó la muerte de Valdez Cárdenas en un momento de ira en mayo de 2017, sólo porque no le gustó lo que publicó sobre él cuando su padre Dámaso López Núñez el Licenciado fue arrestado.

“Nosotros solicitamos la extradición de acuerdo a los tratados de extradición que existen entre ambos países, y la respuesta es que se dará trámite a la extradición una vez que termine su caso en Estados Unidos, lo cual es el trámite normal, que se da en este tipo de casos”, dijo Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión.

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Fuentes familiarizadas con el caso señalaron que aunque el proceso se mantiene inactivo desde el 22 de octubre de 2020, no significa que éste se haya sellado, sino que puede encontrarse en una fase en donde se sigue juntando evidencia, y si ese es el caso es posible que eventualmente los fiscales presenten más acusaciones y este vuelva a retomarse.

“Pero eso es remoto, porque la historia nos ha demostrado que cuando se llega a este tipo de fases, los casos se encapsulan y el público sólo se entera una vez que el acusado cambia su declaración de no culpable por la de culpable, y a los pocos meses es sentenciado a cadenas sumamente bajas”, dijo la fuente, quién solicitó el anonimato.

De acuerdo a la ficha 63436-298, del Departamento de Prisiones de Estados Unidos, López Serrano se encuentra recluido en la prisión Metropolitan Correctional Center (MCC) de San Diego, un edificio de más de 20 pisos que está ubicado en el centro de esa ciudad, y según reportes, el acusado se encuentra sumamente protegido, luego que en 2019 la pandilla Four Corner Hustlers de Chicago ofreciera 25 mil dólares a los presos de las cárceles de ese país para que le “partieran” la cabeza al narcotraficante.

Eso obligó a la fiscalía estadounidense a buscar métodos para proteger al Minilic de un posible ataque, y al principio lo fue moviendo por diferentes prisiones de todo el país, hasta que en 2020 lo recluyó de manera definitiva en el MCC, donde aparentemente es protegido constantemente por guardias de seguridad.

Hasta el arresto de Joaquín el Chapo Guzmán, López Serrano era uno de los narcojuniors más emblemáticos del Cártel de Sinaloa, según se observaba en redes sociales, pues lo mismo posaba a lado de autos de lujos, que de animales exóticos, y entre los narcotraficantes lo respetaban por ser hijo de uno de los socios del Chapo: El Licenciado.

Pero todo eso cambió con la extradición de Guzmán Loera, pues Los Chapitos reclamaron la plaza al Licenciado, y éste decidió no entregarla desatando una guerra entre las dos facciones, la cual concluyó con el arresto de López Núñez.

Tras el arresto, Valdez Cárdenas publicó el 7 de mayo de 2017 una nota en Ríodoce haciendo referencia que el Minilic no tenía la inteligencia ni la experiencia del padre para enfrentar a Los Chapitos, lo cual habría provocado su ira, por lo que ordenó su muerte.

La orden se concretó el 15 de mayo de 2017, y poco después del homicidio, el Minilic huyó a la frontera y durante varias semanas estuvo oculto en una casa de seguridad, en Mexicali, hasta que, por órdenes de su padre, se entregó a agentes de la DEA en la garita de Calexico.

Según trascendió en su momento, el Licenciado habría negociado con la fiscalía estadounidense un trato justo para su hijo a cambio de toda la información posible contra capos del Cártel de Sinaloa y a cambio de testificar contra Guzmán Loera durante el llamado juicio del siglo.

Dos años después, efectivamente, López Núñez acusó al Chapo Guzmán en una corte federal del Distrito Este de Nueva York.

Artículo publicado el 10 de abril de 2022 en la edición 1002 del semanario Ríodoce.