El OIC detecta exorbitante pago de horas extras en la Japama

Una auditoria rutinaria del Órgano Interno de Control a las finanzas de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Ahome detectó una fuga enorme de capital, disfrazada de prestación en el Contrato Colectivo de Trabajo: el pago de 11 millones de pesos a trabajadores por concepto de horas extras durante el ejercicio 2021.

El monto sería suficiente para contratar a 150 trabajadores que laboren 8 horas al día en jornada de 7 días por un descanso, lo que resolvería los problemas de servicio ineficiente por fugas u obstrucciones de drenaje.

La auditoría también reveló una ineficiente supervisión del mecanismo de pago de las horas extras que involucra a la gerencia general, pues cae en omisión de responsabilidad, y un contrato colectivo de trabajo leonino porque los sindicalizados trabajan 7 horas y medio al día, con semana inglesa, incumpliendo la norma de 40 horas laborales a la semana.

De acuerdo con Fausto Rubén Ibarra Celis, director del Órgano Interno de Control, el pago de las horas extras es sólo un mal detectado, que incrementa el rubro de gastos de sueldos y prestaciones pues al año incrementa en un tercio el salario diario integrado que a su vez eleva vacaciones y aguinaldos hasta en 25 por ciento.

Por prestación sindical, los trabajadores que laboren el sábado o el domingo tienen un pago doble, y si lo hacen ambos días se incrementa en 25 por ciento; por cada dos horas que se queden después de su jornada, obtienen un pago de 100 pesos para alimentos, aseguró.

“Lo que está sucediendo en Japama es una infamia que terminará quebrando a la paramunicipal. Son prestaciones que ninguna empresa va a soportar en el ejercicio. Ninguna empresa regional, por fuerte económicamente que sea va a poder pagar tales prestaciones. Japama no es una empresa privada, es una institución descentralizada, una paramunicipal que su objetivo no es acumular riqueza o activos, sino proporcionar un servicio de calidad como derecho humano a las personas. Lo que allí sucede tendrá que cambiar, los trabajadores deberán de ofrecer un servicio de calidad y altamente productivos”, consideró Ibarra Celis.

El funcionario dijo que la auditoría en la Junta de Agua aún no es concluyente pues se ahonda en el proceso para el pago de las horas extras porque lo encontrado también da para simulación y desvío de dinero. “Seguiremos la ruta del dinero”, aseguró.

Ibarra Celis dijo que para evitar se continúe con la descapitalización de Japama, se sugerirá a la comuna la contratación de 50 trabajadores eventuales para turnos vespertinos, pues en la actualidad, los empleados operativos sólo laboran en la mañana.

El alcalde, Gerardo Octavio Vargas Landeros calificó el caso como un “abuso, una infama, una deslealtad hacia Japama, heredado por administraciones anteriores”, y ofreció que las relaciones obrero-patronales están por cambiar.

Raúl Pérez Miranda, gerente general de la paraestatal, aseguró que los cambios se están negociando con el sindicato, principalmente en los horarios laborales vespertinos.

En tanto que Alberto Meza García, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Japama, afirmó que el pago de las horas extras es una prestación laboral aprobada en el Contrato Colectivo de Trabajo y autorizadas por la gerencia general, y definidas por la carga laboral de reparación de fugas de agua.

Para Guillermo Padilla Montiel, ex presidente del Comité de Usuarios y Servicios de Los Mochis, el caso Junta es un barril sin fondo en el que urge meter mano dura antes de que la paramunicipal termine quebrada. “Lo que falla es la administración, que se presta a sucesos no claros”.

A juicio del también líder de la asociación civil Vigilantes Ciudadanos por la Democracia, Japama es todo un caso para revisar por su ineficiencia en el manejo financiero.

La lideresa social, Rosa Aidee Soto, de Se Da Tu Vida Digna, opinó que la voracidad con que actúa la Junta de Agua contra los usuarios es para ocultar el despilfarro que en realidad ocurre en la paramunicipal y que se convierte en un saco roto, pues los ingresos terminan gastándose en otros rubros menos en conseguir la eficiencia en los servicios como suministro de agua potable y drenaje.

Consideró que la falta de eficiencia en la dependencia, terminará por asfixiarla, si el gobierno no se aplica como debe ser, principalmente en la operación cotidiana y en la administración.

Artículo publicado el 27 de marzo de 2022 en la edición 1000 del semanario Ríodoce.