El Ayuntamiento de Culiacán ha erogado 78 millones de pesos en los últimos dos años en el relleno sanitario a solo una empresa privada

El Ayuntamiento de Culiacán ha gastado más de 78 millones de pesos en trabajos en el relleno sanitario durante 2020 y 2021. El total del monto ha ido a parar a la misma empresa, Altya SA de CV, la cual en el pasado ha estado en conflictos con la Comuna por temas de disposición de basura y del relleno sanitario sur.

En 2020, producto de servicios prestados en el relleno sanitario la empresa obtuvo 43 millones 571 mil 605 pesos y en 2021 el monto bajó a 34 millones 544 mil 264 pesos.

La basura en total le cuesta a la Comuna un promedio de 150 millones de pesos tomando en cuenta los más de 115 millones que se pagan en el arrendamiento de camiones recolectores, dinámica “normalizada” desde 2014 en Culiacán. Y todo ese dinero va a empresas privadas.

Los que nunca ganan

El tema de la recolección y disposición final de basura comenzó a generar más atención debido a la presunción de que la Comuna pretende privatizar los servicios que tienen qué ver con la disposición final de los residuos sólidos urbanos.
Al inicio de la administración de Jesús Estrada Ferreiro, el plan sobre la administración del relleno sanitario e incluso la creación de un nuevo espacio se basaba en la iniciativa privada y que alguna empresa se hiciera cargo del tema.

Esto reanudó un añejo pleito con pepenadores del municipio. Desde 2014 los problemas entre cooperativa y Comuna han arrastrado diversas manifestaciones ante la presunción de la privatización del lugar y con ello, más de 300 familias temen perder el sustento.

Y durante la pandemia por el COVID-19 el proceso parece cobrar otro impulso. Aunque esta vez el Municipio no habla de privatización, sino de “concesión”, es decir, un permiso a una empresa para la explotación del lugar.

Esto causó incomodidad en el sector de los pepenadores llevándolos a tomar la avenida Álvaro Obregón en las afueras del Ayuntamiento de Culiacán que culminó con la entrega de una carta de anuencia a la agrupación Pepenadores Progreso de Culiacán, Sinaloa SC de RL de CV.

Sin embargo el sector no está conforme. El profesor Óscar Loza Ochoa, integrante de la Comisión de la Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa (CDDHS), apunta que ya se trabaja en un proyecto alternativo para el tratamiento de la basura en Culiacán.

“Así es, estamos trabajando un proyecto alternativo al tratamiento de los residuos sólidos (la nueva concepción no habla de basura). Habrá en breve una Ley de economía circular que recoge experiencia y conceptos europeos sobre el tratamiento a los desechos. Esto, combinado con el principio de promover la economía social le da todo un sentido de sustentabilidad al reciclamiento de los residuos y al trabajo sacrificado de los pepenadores”, explicó.

“Sería justicia social para ellos y no un premio para las empresas privadas que desean todo el pastel que dejan 3 mil toneladas diarias de desechos en Sinaloa”, añadió.

Los millones de pesos listos para ser gastados en el tratamiento de residuos sólidos urbanos están listos para ser gastados a través de la iniciativa privada. El municipio cada vez invierte más en arrendamiento y subrogación de servicios que en realizarlos con maquinaria y personal propio.

Son cerca de mil toneladas diarias las que se recogen en el municipio y con 15 celdas saturadas en el basurón ubicado al norte de la ciudad, la Comuna ya opera un nuevo espacio al sur de la ciudad.

Por otra parte, se encuentra la recolección de basura. El servicio ha pasado colapsado desde 2019 y ha tenido episodios de crisis, sobre todo en épocas de lluvia en que se interrumpe totalmente el servicio.

Un trabajador del área encargada de este servicio informó que la Comuna no cuenta con unidades suficientes. El problema ha sido así prácticamente durante toda la administración de Estrada Ferreiro.

“Lo que pasa es que no hay casi unidades, mi amigo, no hay casi unidades y como cayeron días festivos pues se genera mucha basura y ahorita lo que se está haciendo es que la gente que tiene unidades fijas, ya que terminan la ruta de lunes y martes, que son los días más pesados, están dejando de laborar para prestarle la unidad a los compañeros que no tienen unidad para trabajar, entonces descuidan una ruta para atender otra ruta”, explicó.

“Es por falta de unidades porque caen en el taller y hay carros que duran uno o dos meses, no los sacan, ahí los tienen por cualquier cosa, y ahí los tienen tirados, los muchachos ni tienen ningún problema en trabajar, el problema es que no salen y no porque no quieran, no hay unidades”, añade.

El problema se recrudece siempre a fin de cada año. El trabajador que dio su testimonio explica que en diciembre se le deja de prestar atención al área, los vehículos acusan desgaste y entran al taller y ello genera más carga de trabajo para el golpeado sector.

La estrategia fue el arrendamiento de 40 camiones recolectores, movida observada por la Auditoría Superior del Estado (ASE) a la Comuna y que significó comprometer 117 millones 600 mil pesos del erario.

Y las consecuencias las sufre la ciudadanía. Las bolsas de basura en la calle hasta por dos semanas se han vuelto normales.

Artículo publicado el 27 de febrero de 2022 en la edición 996 del semanario Ríodoce.