En el marco del Día Universal del Niño y la Niña, y del 32 Aniversario de la Convención de los Derechos del Niño, las organizaciones que integran El Poder del Consumidor y la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), realizaron un acto frente a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para exigir, mediante una carta dirigida a Delfina Gómez, secretaria de Educación, que se cumplan los lineamientos para alimentos y bebidas en las escuelas y se saque la comida chatarra de los planteles escolares.
La Alianza por la Salud Alimentaria informó que los resultados obtenidos en la plataforma Mi Escuela Saludable para el ciclo 2018-2019 mostraron, en 4 mil 747 reportes provenientes de 4 mil 126 escuelas públicas y privadas de todos los estados del país, que más del 97 por ciento de las escuelas incumplen con los lineamientos vigentes, encontrándose la venta de refrescos en el 74 por ciento de los planteles, venta de comida chatarra en el 98 por ciento y en el 75 por ciento no hubo venta de verduras, frutas ni acceso a bebederos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, uno de cada tres escolares mexicanos vive con sobrepeso y obesidad (35 por ciento) y uno de cada dos infantes nacidos a partir del 2010 desarrollará diabetes de no tomar medidas urgentes para detener esta epidemia.
Liliana Bahena, coordinadora de la campaña Mi Escuela Saludable, de El Poder del Consumidor, declaró: “Se ha documentado que el consumo promedio de 100 calorías extra al día, puede aumentar hasta 5 kilogramos de peso en escolares. No obstante estudios encontraron que las escuelas promueven el desbalance energético causante de la obesidad, porque en tan solo cuatro horas y media, tiempo promedio que dura la jornada escolar, tienen más de cinco oportunidades de consumir alimentos no saludables, cubriendo casi el 50 por ciento de sus requerimientos de energía diarios. Otro estudio demostró que los escolares que compran alimentos afuera de las escuelas, llegan a consumir 360 calorías extras”.
Los niños llegan a primaria con sobrepeso, esto empeora para sexto grado
Alejandra Contreras, coordinadora de la campaña de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, mencionó: “Los niños y niñas mexicanos al iniciar la primaria tienen una prevalencia de sobrepeso y obesidad del 33.7 por ciento que aumenta a 45.6 por ciento en el sexto año escolar, es decir, un incremento del 35 por ciento en el periodo en que los escolares cursan la educación primaria.
La escuela es uno de los espacios donde niñas, niños y adolescentes pasan una parte importante del día y resulta necesario crear ambientes educativos sanos, seguros y saludables.
De acuerdo con la última ENSANUT, el 90 por ciento de los niños escolares consumieron bebidas azucaradas, el 56.7 por ciento consumieron cereales dulces y el 54.1 por ciento botanas y postres. Al contrario, sólo el 27 por ciento consumió leguminosas, 32 por ciento verduras y 2.4 por ciento nueces y semillas. Al mejorar la alimentación en las escuelas se contribuye a que escolares se conviertan en adultos sanos y productivos, ya que además de cuidar su salud también abona a que el aprendizaje sea efectivo”.
Por otro lado, la educación en temas de alimentación y nutrición es considerada un pilar para lograr mejorar los hábitos alimenticios de los escolares, siempre y cuando existan entornos que las favorezcan.
En junio del 2020, el presidente de la República anunció que se implementaría la asignatura Vida Saludable. No obstante, hoy en día esta no ha tenido un reconocimiento oficial como parte del currículo escolar, lo que deja a la deriva si realmente habrá una implementación futura.
Tanto la inclusión de la asignatura Vida Saludable como los lineamientos son acciones reconocidas por organismos internacionales para ser implementadas con urgencia, más aún ante el contexto del COVID-19, por lo que las autoridades educativas federales deben dar continuidad a las mismas como ejes fundamentales del binomio positivo de la salud y el aprendizaje de niñas, niños y adolescentes.
Tania Ramírez, directora de la Redim, declaró: “Nos sumamos al llamado que se hace a la Secretaría de Educación Pública para poder confirmar ese compromiso del fomento a la salud y a una alimentación saludable en las escuelas y también en los otros espacios de aprendizaje circundantes alrededor de estas como espacios entendidos integralmente en una formación de garantía de los derechos humanos.”
Artículo publicado el 28 de noviembre de 2021 en la edición 983 del semanario Ríodoce.