Durante la cumbre de los líderes de América del Norte, el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a sus homólogos de Estados Unidos y Canadá a “hacer a un lado mitos y prejuicios, y dejar de rechazar a migrantes”.
“Deben definirse de manera conjunta objetivos muy precisos y hacer a un lado mitos y prejuicios, por ejemplo, dejar de rechazar a migrantes, cuando para crecer se necesita de fuerza de trabajo que, en realidad, no se tiene con suficiencia ni en EU ni en Canadá”, dijo durante su discurso.
“¿Por qué no estudiar la demanda de mano de obra y abrir ordenadamente el flujo migratorio”.
Ante el presidente de Estados Unidos, Joe Biden y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, López Obrador dijo esperar que los legisladores estadounidenses apoyen la propuesta de Biden de regularizar la situación migratoria de 11 millones de personas.
“Presidente Biden, ningún mandatario en la historia de Estados Unidos ha manifestado como usted un compromiso tan claro e inequívoco para mejorar la situación de los migrantes y le expreso por ello mi reconocimiento. Me refiero particularmente a su propuesta de regularizar la situación migratoria de 11 millones de personas que viven y trabajan honradamente en esta gran nación. Deseo que usted cuente con el apoyo del Congreso y de los legisladores, tanto del Partido Demócrata como del Partido Republicano”, añadió.
“Los mexicanos estaremos atentos y en su momento nos pronunciaremos con respeto y franqueza, y también sabremos corresponder con gratitud y amistad”.
López Obrador también se refirió a la necesidad de que los tres países se integren económicamente para poder competir con China.
“La integración económica con respecto a nuestras soberanías es el mejor instrumento para hacer frente a la competencia derivada del crecimiento de otras regiones del mundo, en particular la expansión productiva y comercial de China. No olvidemos que, mientras que Canadá, Estados Unidos y México representamos el 13 por ciento del mercado mundial, China domina el 14. 4 por ciento. Y este desnivel viene de hace apenas 30 años, pues en 1990 la participación de China era de 1.7 por ciento, y la de América del Norte de 16 por ciento”, detalló.
“De mantenerse la tendencia de la última década otros 30 años, para el 2051, China tendría el dominio de 42 por ciento del mercado mundial y nosotros, Estados Unidos, México y Canadá, nos quedaríamos con el 12 por ciento, lo cual, además de ser una desproporción inaceptable en el terreno económico, mantendría viva la tentación de apostar a resolver esa disparidad con el uso de la fuerza, lo cual nos pondría en peligro a todos”.
Señaló que ante dicho panorama, lo más conveniente es fortalecer las economías de los tres países.
“El consumo per cápita es de 18 mil 100 dólares anuales, mientras que en Asia es de 4 mil 400 dólares. Sin embargo, en la actualidad un consumidor en nuestra región tiene que ponerse en lista de espera para que un electrodoméstico o un automóvil, porque no hay semiconductores, entre comillas, o porque aumentó el precio del transporte marítimo, cuando el problema de fondo es que no estamos produciendo lo suficiente y estamos obligados a importar mercancías de otros países”, indicó.
“Es una paradoja que haya tanto circulante en América del Norte y los puertos del Pacífico estén saturados de mercancías procedentes de Asia. Agréguese el impacto inflacionario que eso acarrea, porque no podemos producir en América del Norte lo que consumimos, claro que sí, es asunto de definición y de estrategia económica regional. Desde luego, esto pasa por planear conjuntamente nuestro desarrollo y por impulsar un programa de inversión productiva en América del Norte para la sustitución de importaciones”.