Un grupo de mujeres y hombres se remolinan junto a la barda del Congreso del Estado. Hechos bola buscan la sombra. Apenas van a ser las 10:00 de la mañana pero el sol ya cala.

Uno de los hombres azuza al grupo y comienza un cántico. Rubén, amigo, el CATEM está contigo. La Confederación Autónoma de Trabajadores de México es la asociación sindical formada por el senador Pedro Haces, facción del partido Morena en algunos estados.

Del otro lado de la acera la manifestación era otra. Un grupo de trabajadores de la salud que 12 horas atrás mantuvieron cerrado el bulevar Miguel Espinoza de los Monteros por la opacidad con que se otorgaron las bases entre 2020 y 2021.

Ambos grupos acuden a la toma de protesta de Rubén Rocha Moya como gobernador del estado para los siguientes seis años.

“Venimos a manifestar nuestro apoyo al gobernador pero recordándole que si no nos resuelve como lo prometió, nos iremos a paro otra vez. Tiene una semana”, señaló una de las manifestantes del sector salud.

Son alrededor de 600 plazas otorgadas y según los trabajadores, más del 50 por ciento de estas fueron de forma irregular.

En las puertas al estacionamiento se instaló una pantalla gigante para quienes no pudieron entrar al evento pudieran ver lo que adentro sucedía.

Sirvió como guarida del sol. Nadie estuvo pendiente.

El desfile de invitados comienza y todos se preparan para sus consignas. Están atentos a la llegada de Rubén Rocha Moya, quien hace su arribo.

En la parte trasera del vehículo tipo SUV Rubén Rocha baja el vidrio de la ventanilla y escucha los apoyos y la consigna.

De un lado sólo porras y del otro el recordatorio de una solución al problema de bases y bajos salarios en salud.

No hubo ninguna gran protesta. Poco a poco la pequeña muchedumbre se fue disipando. Solo una mujer a bordo de una motoneta hacia barullo. Su nombre es Nancy y es enfermera.

Insiste una y otra vez. Solución a las bases. Ella lleva 12 años como trabajadora precaria con un salario de 2 mil 900 pesos quincenales.

Los reporteros gráficos le toman fotos y Nancy, acompañada por un hombre, comienza a dar vueltas en su motoneta alrededor del congreso. Toca el claxon una y otra vez al mismo tiempo que su garganta, ya dañada de tanto grito, lanza consignas.

El evento concluye y afuera ya no queda nadie. Apenas un pequeño grupo de agremiados a la sección 53 del Sindicato de Trabajadores al Servicio de la Educación quienes piden proceso interno limpio y sin intervenciones.

Uno a uno se fueron disipando hasta que la pantalla gigante, instalada para comunicar lo que adentro sucedía, dejó de servir como sombra.