La alianza de Juntos Haremos Historia no pudo consolidarse a lo largo del trabajo de la 63 Legislatura. Por el contrario, se debilitó cada vez más con el paso del tiempo. Los números de una operación aritmética básica señalaba que eran 27 diputados, el número perfecto para tener la mayoría calificada: 23 de Morena, tres de Partido del Trabajo, y una diputada del PES.
El Grupo Parlamentario de Morena sufrió la partida oficial de tres diputados que se integraron al PT. El primero de ellos fue Fernando Mascareño, quien fue expulsado por desconfianza, luego que se vio envuelto en una acusación del diputado de Morena, Pedro Villegas Lobo, de presuntamente haber intentado sobornarlo para que votara en contra de la propuesta de reorientación del Presupuesto que proponía su partido.
El mismo grupo de morenistas tuvo una baja por el fallecimiento del diputado Ocadio García, cuya curul fue ocupada por Jesús Monreal, su diputado suplente.
En el tercer año de la Legislatura, salieron del Grupo Parlamentario de Morena para irse al PT, Apolinar García Carrera y Beatriz Zárate Valenzuela.
A su vez el PT, sufrió una baja, al concluir el primer año Legislativo, al salir Marco César Almaral, quien al concluir su periodo como presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, se sumó al Grupo Parlamentario de Morena.
Aunque no salieron formalmente del Grupo Parlamentario de Morena, dos diputados se caracterizaron por no sumarse a las votaciones de su bancada: Mariana Rojo y Jesús Palestino Carrera.
En la alianza electoral, “Juntos Haremos Historia”, estaba también el PES, que convirtió en diputada a Karla Montero Alatorre, pero quien tomó una ruta independiente que no implicó sumarse incondicionalmente a las iniciativas apoyadas por Morena.El Grupo Parlamentario del PT se co
nvirtió en la bancada más volátil al cambiar en cinco ocasiones a su coordinador. Al cierre de la legislatura con Beatriz Zárate tenía el nombramiento de líder, pero ya antes había pasado por ese nombramiento Eleno Flores y Mario Rafael González. Eso sin contar que dos diputados suplentes también fueron nombrados de manera efímera en su paso breve en esta Legislatura.
En el caso de Morena, la bancada tuvo tres coordinadores durante la Legislatura. La primera y de mayor desempeño, Graciela Domínguez Nava, quien tuvo que luchar por mantener unidos a los diputados morenistas. Esas fricciones llevaron a que sufrieran un intento de desconocimiento por parte de algunos de sus compañeros legisladores, al convertir de manera efímera como coordinadora a Cecilia Covarrubias, pero posteriormente Domínguez Nava logró reivindicarse en el cargo.
En el tercer año de la Legislatura, Graciela Domínguez Nava pidió licencia para buscar la candidatura de Morena a la alcaldía de Culiacán, lo que llevó a Rosario Romero a ocupar la coordinación del Grupo Parlamentario y la presidencia de la Junta de Coordinación Política.
La falta de solidez de la alianza electoral en el trabajo legislativo complicó la realización de reformas constitucionales, en tanto que la bancada del PRI, desde la minoría, hizo un frente al tomar como aliados a diputados del PAN, PT, PES, diputados independientes e incluso de Morena.
Al cierre de su Legislatura, Morena colocó como sus medallas más importantes el haber promovido la austeridad en el funcionamiento del Poder Legislativo, su combate a la corrupción, la transparencia y rendición de cuentas, y reorientar el presupuesto con sentido social.
“Las y los diputados de Morena jamás hemos callado nuestras voces, actuamos con dignidad y con honestidad valiente enfrentando fuertes intereses contrarios a la gente”, dijo la diputada presidenta de la Comisión de Fiscalización, Graciela Domínguez, cuando la bancada rindió el último informe final de sus desempeño la Legislatura saliente.
Pero, ya en los últimos días de la Legislatura, no llamaron a comparecer a los funcionarios del gobierno Quirino Ordaz, para cuestionarlos como lo habían hecho en los años anteriores; prefirieron dejar el tema para los nuevos diputados, bajo el argumento de faltarles tiempo.
Tampoco ningún diputado de Morena tomó la tribuna ni el micrófono para cuestionar que el gobierno de Quirino Ordaz Coppel celebrara un nuevo contrato de 15 millones con la empresa de Ricardo Salinas Pliego para pagar publicidad de Sectur en el estadio Kraken.
La bancada de Morena prefirió mejor cerrar el telón.
Artículo publicado el 26 de septiembre de 2021 en la edición 974 del semanario Ríodoce.
