El viaje no fue una simple supervisión. No. El presidente Andrés Manuel López Obrador vino a Culiacán a hacer pública su invitación a Quirino Ordaz Coppel, gobernador priista con el que siempre convino y simpatizó, para que se integre al gabinete federal.

“Quiero adelantarles a los sinaloenses que voy a invitar a participar en el gobierno, nos va a ayudar en el gobierno que represento, el gobernador Quirino Ordaz, lo voy a invitar a que trabaje con nosotros”, dijo en su discurso.

El mensaje resonó en la calle cerrada afuera del nuevo Hospital Pediátrico de Sinaloa, obra que en un principio inauguraría en esta visita y que pasó a ser primero una “supervisión” a culminar con una invitación.

“Esto, porque ha hecho una buena labor en Sinaloa”, añadió el presidente López Obrador, “es un profesional, es un hombre de trabajo, tiene experiencia, y se va a unir, se va a sumar a nuestro equipo para seguir transformando nuestro país, eso es lo que quería también informarles aquí en Sinaloa”, dijo.

La noticia pareció sorprender a unos. El gobernador se caracterizó desde el inicio de su gestión por ser cauto en sus declaraciones. Nunca se confrontó con el presidente y sus políticas, el recorte presupuestal y varias demandas sensibles sobre todo en pesca y seguridad, no fueron temas álgidos entre ellos.

Como testigo del anuncio, el gobernador electo Rubén Rocha Moya, al fondo en la imagen, aplaude.

El proceso de transición ha sido terso, sin encontronazos como los hubo durante la campaña: eso quedó atrás.

Volar bajo el manto de Obrador

Desde su viaje en tiempos de su gira de agradecimiento por Sinaloa, López Obrador y Ordaz Coppel tuvieron guiños. El gobernador preparó una reunión en el Palacio de Gobierno a la cual incluso invitó al ex lanzador de los Dodgers de Los Ángeles, Fernando el Toro Valenzuela.

Ahí, López Obrador adelantó algo.

“Vamos a platicar. Lo principal es que vamos a platicar en un ambiente de respeto y de armonía porque estamos sumando esfuerzos por el estado de Sinaloa. Voy a escuchar las propuestas del señor gobernador, vamos a apoyar a Sinaloa”.

Después, en su primera visita a Culiacán ya como presidente en funciones, Andrés Manuel López Obrador defendió al gobernador de una rechifla en la explanada del palacio de gobierno.

Fue durante enero de 2019 en que los abucheos tanto para Quirino como para el recién electo alcalde de Culiacán Jesús Estrada Ferreiro inundaran la explanada del Palacio de Gobierno pero el presidente, en su discurso, de inmediato zanjó la rechifla.

“Quirino es buen gobernante”, dijo.

La siguiente gran defensa del presidente a Ordaz Coppel fue después del jueves 17 de octubre de 2019, deslindando al gobernador de toda responsabilidad por el operativo donde se liberó a Ovidio Guzmán.

La escena se repetiría ya con López Obrador al mando del estado mexicano una y otra vez hasta que las rechiflas al gobernador cesaron. Ya en diciembre de 2020, con una elección gubernamental en puerta y varios pretensos, el presidente reiteró su mensaje.

“Yo felicito al pueblo de Sinaloa por tener un gobernador como Quirino Ordaz, una gente que gobierna con pasión, con ganas, para todo en la vida se necesitan ganas”.

Y durante todo el tiempo que López Obrador y Quirino Ordaz coincidieron, el gobernador jamás buscó ser adversario o tener encontronazos, ni con el presidente, ni con la federación. Al contrario.

El premio

Ordaz Coppel y el priismo en Sinaloa lo perdieron todo en Sinaloa durante la pasada elección. La gubernatura, el congreso, la gran mayoría de los municipios, todo. Al menos el priismo sí lo perdió todo.

No así Quirino. Después de la elección la cordialidad con el presidente se mantuvo aun con los señalamientos de que desde su gabinete se beneficiaba al entonces candidato Mario Zamora Gastélum mientras la FGR investigaba sus tarjetas de apoyo “Puro Sinaloa”.

El priismo cada vez fue quedando más lejos de Quirino y Quirino más cerca del presidente.

Luego, la promesa de López Obrador de que inauguraría los hospitales que se construyeron en el estado antes de que la administración de Ordaz Coppel concluyera. Y esta tal vez no pueda cumplirse.

Los hospitales operarán en un período de al menos un mes. Tanto el General de Culiacán, el Pediátrico y el nuevo Centro de Salud Urbano presentan retraso en su equipamiento y el gobernador probablemente no pueda inaugurarlos estando todavía en funciones.

A cambio, López Obrador adelanta visita y con ella, el anuncio.

Previo a la intervención de Andrés Manuel, Ordaz Coppel lanza un guiño de lo que se venía.

“Presidente, usted es un hombre de palabra, lo que dice lo cumple. Por eso realmente recibir su visita de hace poco más de un mes, vino porque hizo un compromiso, dijo, ‘voy a ir porque quiero estar ahí inaugurando este nuevo hospital’, supervisándolo porque va a entrar ya en marcha por etapas semana tras semana, van a aperturarse diferentes salas y eso va a ser ya de un beneficio inmediato”.

Y después de que Quirino evitara responder sobre su futuro político en más de una ocasión e incluso con suposiciones que lo ubicaban como candidato del PRI en 2024 a la presidencia, el camino de Ordaz Coppel se acerca cada vez más a López Obrador… y a la Cuarta Transformación.

Artículo publicado el 12 de septiembre de 2021 en la edición 972 del semanario Ríodoce.