La modificación a la NOM-051 para el etiquetado frontal de alimentos y bebidas no alcohólicas revolucionó la imagen de una gran parte de los productos que hasta finales de 2020 circulaban impunemente. Ahora la norma exige la declaración de excesos en azúcares, grasas saturadas, grasas trans, calorías y sodio mediante el uso de sellos octagonales de advertencia. Adicional a eso, demanda la notificación de contenidos de cafeína y edulcorantes artificiales.
Pero hay pequeños envases de productos que son ultraprocesados chatarra reconocidos y que solo exhiben un sello, y dentro de este un número de sellos que va del 1 al 5. Un ejemplo de ello es el producto Tikito, de Sello Rojo, que en su presentación de tetrapack muestra tres sellos: exceso de calorías, exceso de azúcares y exceso de grasas saturadas, pero la botella de 250 mililitros del mismo producto solo muestra un sello con la leyenda “3 sellos” dentro de él.
Esto se debe a que la norma específica que cuando el área de la superficie principal de exhibición del producto es menor a cinco centímetros cuadrados debe ser así, y como la etiqueta del segundo envase de Tikito es pequeña, se recurre al sellado abreviado.
En definitiva, todo producto que contenga ingredientes dañinos para la salud deben ser portadores de sellos, sin importar su tamaño. A fin de cuentas, la chatarra es chatarra por su constitución, ya si la porción es muy grande o muy pequeña es otro tema.
