México después del 6 de junio

elecciones Sinaloa-1

El electorado se reacomoda de nuevo; ni antes de AMLO ni el tsunami de 2018

 

Los números son fríos, aunque tratándose de resultados electorales despiertan pasiones. El resultado de la elección del pasado 6 de junio, en números es el mismo para todos, pero se interpretan de manera distinta según quién los presume: el Presidente López Obrador, y su partido Morena, repitieron una sola palabra, feliz, feliz, feliz. Del otro lado, la Alianza PRI-PAN-PRD, concluyeron que fue un éxito.

¿Pudieron haber ganado los dos al mismo tiempo? Todo parece indicar que sí.

Morena, sin aliados, obtiene en esta elección menos triunfos en distritos federales con respecto a la elección anterior, la de 2018.

Son 49 escaños menos. Incluso sumando las curules que obtuvieron sus actuales aliados —PT y Verde—, quedará con menos legisladores en la próxima conformación de la cámara que en la actual. Son 27 diputados menos, en total. (Recuérdese que el INE aun no hace la asignación de las 200 diputaciones de representación proporcional, pero todos los cálculos coinciden en los datos que aquí presentamos).

Perdió votos en la próxima legislatura, aunque al sumar 280 escaños con sus aliados son suficientes para votar cualquier ley o aprobar el presupuesto, excepto para una reforma constitucional.

La alianza Va por México, por su lado, gana más curules que en la elección anterior, excepto el PRD, que tendrá siete menos. No es menor que el PAN obtiene 34 curules más que en 2018, y el PRI 23. Sin embargo, ni juntos llegan a los escaños que Morena tendrá por sí solo (se queda con 197 y Morena con 198). Ganaron los partidos de la alianza más espacios, pero no los suficientes.

Por eso es que ambos lados de la contienda insisten en que ganaron la elección intermedia. Aunque en los detalles están las explicaciones.

Pero en la elección intermedia, al convertirse en concurrente en casi todo el país, había más en juego: 15 gubernaturas, casi todos los Congresos locales, y casi todos los municipios.

En cuanto a territorio político en disputa en la elección del pasado 6 de junio, ahí la Alianza falló: De las 15 gubernaturas en juego Morena obtiene 11, y de los Congreso locales se los lleva casi todos; gana en 19 estados la mayoría simple con sus aliados locales, lo que implica que hay estados donde no tienen el poder ejecutivo, pero sí el legislativo.

Con esos resultados, la composición política en las entidades federativas cambia completamente, el triunfo en más de una tercera parte del país en una sola jornada eleva a 17 de 32 los estados donde Morena tiene el gobierno, casi la mitad de los habitantes del país son gobernados estatalmente por el partido del Presidente.

 

Sinaloa

En Sinaloa poco faltó para que Morena ganara todo, absolutamente todo. Las excepciones fueron un distrito local en Guasave, el 06, y tres alcaldías, las más pequeñas: Sinaloa, Elota y San Ignacio —y aparte solo una queda para el PRI, las otras para aliados de Morena: PT y PES.

Además Rubén Rocha Moya, el candidato a la gubernatura de Morena-PAS, obtuvo el porcentaje más alto de votos entre los 15 ganadores el 6 de junio: 56.60 por ciento. El otro que rebaso la mitad de las preferencias fue el panista Mauricio Kuri, en Querétaro.

No es raro, ya en 2018 Sinaloa se convirtió en la segunda entidad donde el entonces candidato de Morena, López Obrador, tenía el porcentaje más alto de preferencias: 64.4 por ciento, apenas rebasado por Tabasco, la tierra natal del ahora presidente. Ni siquiera Francisco Labastida en 2000, como candidato presidencial, alcanzó ese porcentaje en Sinaloa.

En 2018 Morena ganó también la votación estatal en la contienda para senadores, y siete de siete distritos federales. Aunque en los puestos locales la aplanadora no alcanzó, fue suficiente para obtener mayoría en el congreso estatal y las alcaldías más grandes.Si aquel resultado de 2018 fue arrasador, esta vez resultó peor para los partidos de oposición que en alianza buscaban detener el avance de Morena. Ni lo contuvieron, ni le arrebataron espacios, al revés, no lograron retener los que tenían. La mayor pérdida fue la gubernatura.

Este 2021 todos perdieron, al reducirse la participación ciudadana en casi 200 mil votos, la pérdida la repartieron entre todos los partidos. A unos les costó más que a otros: PAN, PRI y Morena perdieron 50 mil votos cada uno. El Partido Sinaloense obtuvo casi con exactitud los mismos votos de la elección anterior, alrededor de 80 mil: solo pierde 2 mil 500.

La elección de 2021 resultó atípica de nuevo, como la de 2018. Establecer comparaciones con el pasado es complicado. Aun así, el electorado en Sinaloa se reacomodó por completo. Morena afianza espacios, conquista otros, y aunque gana también pierde electorado en muchas zonas, especialmente de las ciudades.

A continuación presentamos las gráficas y comparaciones de la elección de 2021, donde Morena aplasta en las urnas a una oposición que aun cuando pierde, mantiene una fuerte presencia electoral. El PRI pierde manteniendo una votación cercana a los 300 mil votos, casi tantos como la elección de 2018. El PAN se desploma, no llega ni a 100 mil. El PAS se mantiene. Y Morena aunque gana todo, no mantiene su votación inmediata anterior.

Así quedó el nuevo mapa político en México. Haga click en la imagen para acceder a la información.

 

Artículo publicado el 20 de junio de 2021 en la edición 960 del semanario Ríodoce.

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