Transcurre el sexto mes de la sequía más severa que se haya padecido en los últimos tiempos, en la zona rural de Mazatlán todavía existen familias que dependen del abastecimiento de agua a través de “pipas”.

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Son 14 poblados donde sus habitantes no pueden darse el lujo de regar las plantas ni utilizar el agua indiscriminadamente para otras labores que no sean estrictamente las esenciales, esto excluye a los animales.

Luis Gerardo Núñez Gutiérrez, Gerente General de Jumapam, informó cómo han enfrentado en este medio año, este fenómeno a cinco semanas de que inicie el verano.

Y el “milagro” llegó para los primeros cuatro pueblos

De los 18 pueblos del Municipio afectados por la sequía severa, cuatro de ellos ya cuentan con abasto de agua potable permanente a través de la red de distribución de Jumapam, que se abastece con la planta potabilizadora Miravalles desde el 11 de abril.

Gente de El Chilillo, El Habal, La Puerta de Canoas y Los Limones, ya no sufre el desabasto porque a través de la línea de conducción que sale del Tanque Valles del Ejido, le llega el agua, pero todavía quedan 14 poblados más que no tienen más esperanza que la lluvia para que los tiros y norias vuelvan a ser productivos.

A estos cuatro pueblos los abastece una producción de 100 litros por segundo en esta primera fase de operación, pues se espera que la Potabilizadora Miravalle dotara a Mazatlán de un total de mil litros por segundo ya que esté trabajando a su máxima capacidad y con ello no sólo será satisfecha la demanda de la ciudad, sino también de siete comunidades de la zona rural, que actualmente tienen problemas por la Sequía Severa que azota al sur de Sinaloa.

Pero están pendientes 14 pueblos más a los que la junta les hace llegar pipas.

—¿Tienen garantizado el abasto, por cuánto tiempo?

—Donde tenemos infraestructura sí, se puede decir que tenemos solventado el problema de la sequía, el único detalle que se nos complica es en los pueblos donde no llega la infraestructura (…) todos los pueblos más alejados de la zona urbana, pero ahora con la planta potabilizadora, siete pueblos se van a empezar a beneficiar y las pipas se van a trasladar a esa zona donde está ahorita la sequía en todo su esplendor.

Cada dos o tres días, a ciertos pueblos, depende de lo alejado que estén de la ciudad se les abastece agua, agregó, no se deja pasar una semana o más tiempo, “jamás, dos o tres días, el detalle es que se está acrecentando el tema de la sequía”.

Y es que aunque quisiera la gente que se le dieran pipas todos los días, no es posible, acotó, “y ahorita al gobierno del estado se le pidió la ayuda y todavía no llega la ayuda del Fonden, y nosotros estamos atados a lo que nosotros podemos hacer”.

El costo de las pipas de agua (hasta abril de este año, la Jumapam gastaba unos 724 mil pesos mensuales) corre a cargo de las finanzas de la paramunicipal y la fuente de pago son recursos propios , “tenemos contratadas unas pipas de Conagua que nosotros pagamos, nos la rentan y las pocas que tenemos de nosotros, y si hay necesidad tenemos que contratar”.

Estima que son entre mil y mil 200 personas las que padecen la falta de agua pertenecientes a estos catorce pueblos que son relativamente pequeños, “donde ellos contaban con un tiro o una noria, y hoy en día están secas debido al problema tan grave que viene a nivel mundial por el tema de la sequía”.

—¿Es agua para consumo humano o doméstico nada más?

—Es única y exclusivamente para el consumo humano, se le está pidiendo pidiendo a toda la gente (…) que se use solamente para el factor humano porque si la empiezan a usar para regar plantas y para los animales, no va haber agua que alcance.

Aclaró que es común que las personas que viven en los pueblos, carguen agua en tinacos en sus camionetas para abastecer al ganado y una parte a la agricultura. “Desgraciadamente estamos entrando en un camino escabroso, donde ya no podemos permitir (que se le dé un uso diferente) que sea única y exclusivamente para el factor humano”.