El restaurante de sushi suspendido por casos de intoxicación alimentaria violó los sellos de clausura y reabrió al público pero las autoridades sanitarias recurrieron a la fuerza pública para cerrar nuevamente el establecimiento.

El comisionado Jorge Alan Urbina Vidales informó que el pasado viernes 12 de marzo la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Sinaloa (Coepriss) impuso sellos de suspensión en las instalaciones del restaurante “Culichi Sushi Box” ubicado en el fraccionamiento Hacienda de la Mora en Culiacán tras la intoxicación alimentaria de varios clientes, doce de los cuales recibieron atención médica en la Clínica 55 del IMSS en Terranova.

La medida aplicada por la Coepriss implicaba la suspensión total de actividades en el sitio, por lo que no debería existir operación alguna en el establecimiento.

Al día siguiente, el sábado 13 de marzo, el personal del restaurante realizó operaciones en las instalaciones, violando los sellos de suspensión y contraviniendo de esta la medida de seguridad impuesta por la autoridad sanitaria estatal, incurriendo con ello no solo en una falta administrativa sino en un delito que pone en riesgo la salud pública.

Verificadores sanitarios acudieron al lugar con el respaldo de la policía y protección civil del Ayuntamiento de Culiacán para precisar la obligatoriedad del cierre ante las fallas encontradas que habían derivado en la intoxicación alimentaria de varios clientes.

“Se tuvo que usar la fuerza pública para realizar un operativo en el que se procedió nuevamente a la instalación de los sellos en las cortinas la tarde noche del sábado, alrededor de las 19:15 horas, advirtiendo al personal del restaurante que podrían haber incurrido en un delito que pone en riesgo la salud pública”, comentó.

El comisionado precisó que se hizo la sugerencia a los encargados para que se presenten el martes 16 de marzo en las oficinas de Coepriss para que respondan por estos actos y subsanen las anomalías encontradas, mientras se realizará un operativo de vigilancia permanente para verificar el estado de los sellos que se impusieron nuevamente en el establecimiento.

Subrayó que la violación de los sellos de suspensión de actividades y servicios colocados por la autoridad sanitaria y el hecho de abrir las puertas para seguir operando contraviene las disposiciones que marca la Ley General de Salud.

Manifestó que la violación o quebrantamiento de los sellos para suspensión de actividades es un delito que marca el Código Penal del Estado de Sinaloa.