Son diferentes en colores, intereses y plataformas, pero los unen tres coincidencias: la contienda política del 2021, el rechazo a imposiciones de forasteros y la exigencia ¡Aquí estamos!

Son tricolores, blanquiazules, naranjas, amarillos o tintos, pero todos se aducen políticos. Nadie cede ni una micra en su posición. Y todos gritan hacia arriba, porque se aceptan como los de abajo, los talacheros, los del trabajo de a pie.

Los primeros en reclamar posiciones fueron los desorganizados del partido Morena, que tras tener un representante nacional, comenzaron a pulir sus coincidencias, y ocurrió lo inimaginable: las tribus se aliaron y comenzaron su lucha interna para que todas las candidaturas desde regidores hasta la de diputado federal fueran asignadas a morenistas leales, talacheros, de abajo y no forasteros que lo único que hicieron es relegar a la militancia y gobernar para los clanes, una nueva clase política que es repudiada por los electores. El ejemplo palpable y desgarrador de descomposición política lo es el alcalde, Manuel Guillermo Chapman Moreno, coincidieron.

Lucio Antonio Tarín Espinoza, Luis Rivera Villela y Fabián Armenta Sánchez, integrantes de “Fuerza Bachomo”, Julio César Sierra Pérez, Jorge Luis Mejía Salazar y José Borunda Meléndez de Redes Ciudadanas y Germinación Morena calificaron a Chapman Moreno como un personaje nefasto, mediocre, un arribista en la política, trepador, que creo un clan con sus amigos para robarse el presupuesto municipal y aniquilar a un municipio que era uno de los mejores lugares para vivir, convirtiéndolo en un desastre, y también pulverizó la credibilidad social de morena al gobernar con el garrote y con ideas de aislamiento.

“No queremos más Chapman en las candidaturas así sean en coalición”, resumieron todos.

Morena aportó el 87.84 por ciento (78,537) de los 89,512 votos en la elección del 2018 y el Partido del Trabajo (PT) que sumó el 8.19 por ciento (7,332 votos) de los sufragios, pero fue excluido del gabinete.

En el Partido Acción Nacional (PAN), Ariel Aguilar Algándar consideró que las alianzas con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) están fuera de lógica por representar intereses contrarios.

Dijo que tienen suficientes militantes para llenar las carteras que estarán en juego en las elecciones del 2021, y deberán ser llamados para obtenerlas.

Miguel Ángel Camacho Sánchez, que aspiraba a la representación de ese partido para ir por la alcaldía por tercera ocasión, afirmó que el PAN perdió la directriz y decidió emigrar para lograr una representación que le permita llegar a la Presidencia Municipal.

Él se sumó al proyecto de Sergio Torres que abandonó al PRI para aliarse con Movimiento Ciudadano. A este se agregan más actores políticos que repudiaron a sus partidos de origen.

En el PRI, los candidateables, Marcos Antonio Osuna Lizárraga y Álvaro Ruelas Echave se lanzaron contra los traidores que en elecciones anteriores olvidaron los principios de lealtad y de visión por los desprotegidos y se sirvieron para sus intereses personales y en contra del pueblo.

“Estoy claro de a quienes no queremos: traidores que sacaron lo mejor del PRI y después lo abandonaron, gente que trabajo en contra y sólo para perder porque ellos y su grupo no fueron los elegidos”, dijo Ruelas Echave en una cónclave de unidad.

Se ofreció a trabajar en la calle, en el acarreo de simpatizantes, pero contrario a otras ocasiones, no será pasivo sino un crítico de su propio sistema que denunciará lo que está mal realizado.

Comparó la estrategia con el sexenio de Quirino Ordaz Coppel con el trabajo municipal del PRI, y sostuvo que en este se deben de dar las candidaturas a leales y no a traidores.

Raymundo Simmons Cázarez, líder municipal del Partido del Trabajo (PT) consideró que deberán mantener el mismo número de candidaturas en juego en las elecciones del 2021 pues demostraron ser una fuerza que decide la contienda.

Aceptó que han tenido errores en los gobiernos que encabezan, pero estos se pueden remediar pues ya tienen la experiencia de gobierno.

Todos los entrevistados afirmaron que ningún partido ganará por si sola las elecciones del 2021, y requerirán de alianzas partidistas, aunque todos quieren para sí las representaciones.

Así, con un acuerdo de ¡Aquí estamos! se inicia la lucha de la sucesión municipal, la gubernatura, diputaciones federales, congreso local y cabildos. Nadie cede y todos quieren.