Los gavilleros que tomaron rancherías de Choix en un ataque armado a la población civil comenzaron a incendiar viviendas que fueron abandonadas por los morados, ante la amenaza de ser asesinados.

El incendio ocurre en la comunidad la Ladrillera, de acuerdo con civiles que denunciaron el atentado con la reserva de proteger su identidad.

Al menos son tres las casas de una misma familia de cristianos evangelistas las incendiadas.

Estos afirmaron que sus familiares se mantienen ocultos en el monte, mientras los delincuentes hacen de la suya sin que tengan oposición de militares acantonados en el Real Blanco o la Guardia Nacional con base en Choix y mucho menos de la Policía Municipal que se ha visto superada y hasta temerosa de actuar en estos casos.

Antes del incendio de casas, los mismos gavilleros atacaron a una congregación de cristianos evangelistas que tenían una misión en Puerto la Judía. No se reportan baleados, ni hechos de sangre. Se ignora si estos sucedieron pues los cristianos se replegaron al monte.

Réplicas de los ataques ocurren en el Quelele y en caseríos cercanos al Potero de Cancio.

Al momento no se reporta sí la coordinación de instituciones ha acudido en auxilio de los civiles desplazados.

En Choix, los ataques a la población desvalida es una constante que ha ocurrido desde el cambio de gobierno.

La administración de Omar Gil Santini no ha sido intocada, sino agraviada por los mismos criminales. Su secretario de gobierno, Francisco Javier Fierro Torres fue asesinado a balazos el 11 de julio después de que fue privado de la libertad, y el líder de los desplazados, Moisés Rábago Vega fue momentáneamente capturado por desconocidos y torturado. Apareció con vida, pero golpeado.

Al menos cuatro asesinatos se han perpetrado durante noviembre.
La ola criminal comenzó en enero del 2019 cuando cuatro personas fueron asesinadas en una emboscada en el Vado, Choix.