Cine: ‘Vivo’

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Los filmes con seres tipo zombi no son novedad. Aunque tuvieron mayor auge los últimos años, al menos, desde La noche de los muertos vivientes (1968) esa idea ha sido muy explotada. El que alguien pueda ser el único sobreviviente ante una catástrofe, tampoco es primicia: Soy leyenda (2007), solo es un ejemplo. En ese sentido, la película #Vivo (#Saraitda/Corea del Sur/2020), dirigida por Il Cho, es una más de su especie, pero su estreno en plena pandemia por el Coronavirus y su semejanza con algunas situaciones que se experimentan en la realidad, hacen que el espectador se identifique con ella y la perciba como auténtica.

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El último mensaje que Oh Joon-woo (Ah-In Yoo) recibe de su mamá es para pedirle que permanezca en casa, porque tiene que sobrevivir. En las calles, una infección se propaga rápidamente entre los humanos; se transmite por mordeduras o heridas; y provoca sangrado en los ojos, agresividad y canibalismo. Con poca comida, sin agua, sin internet y con la amenaza de ser atacado, Oh Joon-woo recobra la esperanza cuando ve que, frente a su edificio, su vecina Kim Yoo-bin (Shin-Hye Park), también lucha por su vida.

La cinta escrita por Il Cho y Matt Naylor, posee algunas ventajas que la hacen atractiva, disfrutable y, quizás, inolvidable, por su similitud con la realidad: el estar encerrado, ya que una de las recomendaciones que se difunden en las noticias es “quedarse en casa”; el contacto y la comunicación con los demás solo es posible por teléfono celular, internet y redes sociales; la incertidumbre de no saber con exactitud lo que sucede ni hasta cuándo durará; el temor a ser infectado; y el sentimiento de pérdida, por las personas que se han contagiado y muerto.

Fuera de ese contexto, la película disponible en Netflix no tiene mucho que ofrecer. Es verdad que es entretenida y logra provocar risas, asco, compasión y terror; que las actuaciones de los protagonistas reflejan muy bien lo que se siente y se haría en un caso así; que los efectos especiales son de excelente calidad; y que los zombis se mueven, se ven y comportan muy acorde a su condición, pero todo eso ya se ha visto muchas veces.

Así como una de las fortalezas de #Vivo engloba la idea de no perder la esperanza y combatir hasta el final a pesar de las circunstancias, el filme no escapa a las debilidades, inconsistencias e incoherencias, además de ser muy predecible y tener un final demasiado complaciente e inverosímil. Por ejemplo, es curioso que alguien que se cree, se ve y es señalado de torpe pueda luchar y sobrevivir en las condiciones en las que lo hace Oh Joon-woo, lo cual sí se espera de su vecina Kim Yoo-bin, que es completamente opuesta a él; se dice que los zombis tienen debilitado el oído, pero en varias escenas se ve que eso es todo lo contrario; se supone que estos seres se comen entre ellos, aunque, prácticamente, no lo hacen.

Al igual que los protagonistas, en los últimos meses, los seres humanos han experimentado miedo, desesperación, frustración, soledad, impotencia, ansiedad, inseguridad, molestia, aburrimiento, cansancio, insomnio, agotamiento… a la vez que hacen todo lo posible por cuidarse, vivir y no ser uno más de las estadísticas, por lo que la empatía con la cinta es inevitable. No se la pierda… bajo su propia responsabilidad, como siempre.

Artículo publicado el 04 de octubre de 2020 en la edición 923 del semanario Ríodoce.

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