Dos policías municipales de Culiacán y un civil detenidos en flagrancia el pasado viernes, mientras trasladaban a una persona presuntamente privada de su libertad, enfrentarán imputación por el delito de desaparición forzada de personas.
La Fiscalía General del Estado de Sinaloa informó que los agentes preventivos Evaristo “P”, Gilberto “D” y un civil identificado como José Antonio “D”, fueron sorprendidos por policías estatales y Guardia Nacional la madrugada del 25 de septiembre en una patrulla de la corporación, cuando circulaban por un camino cercano a la comunidad de Caminaguato, sindicatura de Tepuche.
Durante la inspección realizada a la unidad oficial identificaron la presencia de dos civiles, siendo uno de ellos José Antonio “D” y el segundo una persona presuntamente privada de su libertad días antes, por lo que el personal de policía municipal de Culiacán y los civiles fueron asegurados.
“Acreditada la detención en flagrancia, la madrugada del 25 de septiembre de 2020 ambos policías y José Antonio ‘D’ fueron puestos a disposición de la Agencia del Ministerio Público Especializada en Desaparición Forzada de Personas, de este organismo constitucional autónomo, iniciando la carpeta de investigación correspondiente”, señala.
“Con los datos de prueba debidamente integrados, dicha carpeta fue judicializada este 27 de septiembre de 2020 para solicitar audiencia inicial para formulación de imputación, que fue programada para las 12:00 horas de hoy dentro de la causa penal 581/2020”.
De acuerdo a los datos, en total eran tres vehículos oficiales los que fueron interceptados por la Guardia Nacional, pero dos se dieron a la fuga, mientras que los detenidos viajaban en la patrulla SA-406A-1 de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Culiacán.
Los elementos encontraron dentro de la patrulla a un civil torturado, esposado y baleado y a otro con un fusil AK-47 y pechera. El lesionado dijo llamarse Víctor “Q”.
Víctor dijo que días antes los policías lo “levantaron” y lo golpearon para sacarle la “sopa” y el otro civil, José Antonio “D”, fue quien le disparó para que dijera todo sobre el grupo para el que trabaja.
En la patrulla los agentes traían números imantados para sobreponerlos y cubrir los números oficiales de la patrulla.
Los agentes y los civiles fueron detenidos y puestos a disposición, pero varias horas después de la detención.