El combate al coronavirus y la carta a AMLO

centro de atención telefónica

Clama trabajador del STASE ayuda urgente al presidente de la República

 

 

Para el jueves 3 de septiembre, cuando el gobernador del estado, Quirino Ordaz Coppel, puso en marcha el Call Center Covid-19 Mazatlán, la “carta de un trabajador del Gobierno del Estado” que clama ayuda al presidente de la República Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ya circulaba en Facebook.

El Call Center (centro de atención telefónica) arrancaría con 12 médicos, quienes atenderían las 24 horas, todos los días, a la población que presentara algún síntoma de coronavirus hablando a través de la línea 6699 101 839, para evitar que durante la urgencia sanitaria se saturen los hospitales.

 

Carta a AMLO

Pero el redactor de la misiva a AMLO no sólo pedía ayuda para sobrevivir a la pandemia del coronavirus, sino describía la pesadilla de la represión económica y política que sufren algunos agremiados por pensar distinto a los dirigentes del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado (STASE).

El “trabajador del Gobierno del Estado”, quien bajo ese perfil mantenía el anonimato, para evitar las represalias del STASE, lamenta la pandemia que se vive a nivel mundial y la falsa imagen que se tiene de los empleados de gobierno.

“Muchos piensan que por ser trabajadores del gobierno ganamos mucho dinero y eso es un gran error, es un salario que apenas alcanza para sobrevivir”, argumenta.

Relata que ante la urgencia sanitaria muchos de sus compañeros habían sufrido pérdidas de familiares y amigos, las cuales sentían más agravadas por la forma inhumana que son tratados por el ex secretario general Gabriel Ballardo.

Pregunta: “¿cómo debo hacer para tener el privilegio de que me den un préstamo que es mi derecho y me descontarán invariablemente cada quincena hasta pagarlo?”; “¿qué debe hacer un compañero o compañera con un padre o madre contagiado?”; ¿qué hace una madre con un hijo o esposo contagiado?”.

Considera como una burla que para el STASE la salud de un ser querido con padecimiento de coronavirus, valga 5 mil pesos, cantidad que les presta a los trabajadores de gobierno, como apoyo por la contingencia sanitaria.

Asegura que esa es la realidad de la vida cotidiana de un empleado de gobierno e invita a los ciudadanos que recorran la Unidad Administrativa de Mazatlán.

“Hago un llamado a que acudan a cada dependencia de gobierno y revisen, si nos apoyan con los requisitos mínimos básicos de protección señalados para la prevención y detección del COVID-19”, enfatiza.

Señala que no hay filtro sanitario, mucho menos termómetros, gel anti-bacterial, caretas, cubrebocas, pese a que el gobierno del estado jamás ha dejado de recibir trámites con fines recaudatorios.

“Eso sí, el dinero que no se pierda, pero la vida de los empleados a diario está en riesgo”, critica.

El inconforme se pregunta::”¿Y el sindicato, dónde está?, ¿Dónde está, el dinero de las fiestas del 2 de mayo y 16 de agosto?”

Recuerda que el argumento de que el dinero ahorrado, sería para pagar los seguros mutuales de los compañeros fallecidos, resultó falso, porque hasta el momento, los dolientes de los finados no han recibido nada.

“Merecemos que nos compren con nuestro propio dinero, cubrebocas, gel anitbacterial, caretas, equipo para trabajar con más seguridad”, reclama.

Duele ver cómo Gabriel Ballardo se ha vuelto más nocivo que esta pandemia, porque compañeros, amigos y familiares carecen de medicamentos, comida en sus hogares, familiares que están falleciendo diario y parece que no hay quien los ayude.

“¿Acaso se quedaría pobre el STASE o se le vaciarían las bolsas a Gabriel Ballardo?”, cuestiona.

Invita a visitar los hospitales del ISSSTE, para que entrevisten a cada compañero que descansa su dolor e incertidumbre en la banqueta, mientras esperan información de sus enfermos, angustiados por los gastos del fallecimiento de muchos de ellos que para el STASE sus vidas valen 5 mil pesos.

No olvida la hazaña de su ex secretario perpetrada el 25 de agosto, cuando los trabajadores del STASE fueron humillados y ofendidos por los policías estatales amedrentando con sus armas largas a los empleados de Gobierno.

“Estábamos defendiendo nuestros derechos, velando por el bien de nuestras familias y estábamos desarmados solamente eran súplicas para nuestro gobernador”, argumenta.

Comenta que es triste ser trabajadores del gobierno y que los traten peor que a

un delincuente, pues las armas más letales eran cientos de voces pidiendo justicia electoral y la respuesta fue ver con impotencia como se callaba con la presencia de casi 300 elementos policiales en la Unidad Administrativa.

Afirma que el mayor enemigo de los trabajadores sindicalizados es el que se vende por necesidad de un préstamo y por unos billetes que duran un día.

“(Pero) es la manera como Gabriel Ballardo se ha vuelto como el sicario general del STASE, beneficiando a sus ejecutores, solo esos beneficiados, los mismos de siempre que lucran con el derecho sindical laboral de los trabajadores”, acusa.

Alerta a AMLO que lo anterior es como un cáncer con el que los empleados de gobierno se sienten condenados a morir durante los tres años ante el “gran fraude electoral” que vivieron a la vista de todos el 25 de agosto.

“Señor Presidente de la república, le pedimos tome cartas en el asunto, muéstrenos que el país aun tiene gente decente, honesta, humana y sobre todo comprometida con su pueblo así como lo es usted”, suplica

Artículo publicado el 06 de septiembre de 2020 en la edición 919 del semanario Ríodoce.

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