El ex director general del Pemex, recibió una segunda vinculación a proceso, ahora por los delitos de uso de recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho, relacionados con la red de corrupción orquestada desde la constructora brasileña Odebrecht.
Al informar su decisión, el juez de control, Juan Carlos Ramírez Benítez, afirmó que con su actuación, Emilio “L” “puso en peligro a la sociedad y al patrimonio nacional”, publicó La Jornada.
El juzgador consideró que la Fiscalía General de la República (FGR), la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), y Pemex lograron aportar indicios de prueba suficiente sobre la probable aceptación de sobornos de la empresa sudamericana por 10.5 millones de dólares.
Según los indicios presentados, para ocultar los recursos mal habidos, Emilio “L” abrió cuentas bancarias y creó empresas para triangular el dinero, operación en la cual participaron más de tres personas, lo que configura el delito de delincuencia organizada.
Este mecanismo de lavado de dinero involucró a la hermana, esposa y a la madre del ex funcionario.
La hermana abrió varias cuentas bancarias para recibir el dinero de Odebrecht, la esposa adquirió una casa en Guerrero usando un fideicomiso creado por la constructora y la madre también permitió que se usaran cuantas con su nombre para lavar los recursos.
“Las tres omitieron reportar las operaciones ante las autoridades hacendarias”, señaló el juez.
De nueva cuenta, la FGR no pidió prisión preventiva contra Emilio “L”, aunque si solicitó que se le coloque un brazalete electrónico para su localización, que le sea retirado el pasaporte, y que acuda a firmar cada 15 días en el juzgado, cuando sea dado de alta.
Estas medidas cautelares son similares a las que se le dictó en la víspera, por el otro cargo de delincuencia organizada relacionado con la compra fraudulenta de una planta de agronitrogenados.