Ante las denuncias de acoso sexual de estudiantes, el Grupo Parlamentario de Morena pidió “no se laven las manos” a las autoridades de la UAS, UADEO, UAIM y el Instituto Tecnológico de Culiacán.

El pronunciamiento fue hecho por la diputada de Morena, Alma Rosa Garzón Aguilar, al sumarse al movimiento feminista, sus causas y hacer propias las demandas expuestas la semana pasada en tendederos universitarios.

Ante la Diputación Permanente sostuvo que el acoso sexual en ambientes escolares universitarios, por parte de profesores y personal directivo de universidades tanto públicas como privadas, no se explica sin la indolencia y la permisibilidad de estas prácticas por parte de las autoridades universitarias y escolares.

La diputada de Morena criticó el exhorto de la UAS a hacer cambios a la legislación, sugiriendo que deben clasificarse los delitos de acoso sexual y estupro como perseguibles de oficio, cuando dichas conductas escapan de esa tipología y alterarían gravemente el marco jurídico y la coherencia de las leyes, así como la jurisprudencia generada en los tribunales colegiados de circuito y la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

“Bien haría la UAS en asumir sus responsabilidades ante este fenómeno que ocurre en sus aulas universitarias, en sus campus, en sus oficinas y cubículos, en sus estacionamientos y en sus pasillos. ¿Entonces la legislación que su propio consejo universitario ha creado no sirve para nada? Para qué sirve el “Centro de Políticas de Género para la Igualdad entre Mujeres y Hombres”, que dirige la Dra. Beatriz Eugenia Rodríguez Pérez, esposa del secretario general del PAS, Víctor Antonio Corrales Burgueño”, señaló.

Abundó que al interior de la UAS se cuenta con una Comisión y Subcomisiones con su respectivo Reglamento para la Prevención, Atención y Sanción del Hostigamiento y Acoso Sexual, con el Estatuto General universitario, el reglamento de personal y de ética, y el Tribunal Universitario que obliga a las autoridades de la UAS a combatir activamente las conductas y prácticas nocivas de los miembros de su comunidad universitaria.

Llamó a la UAS a suspender derechos, aplicar sanciones, y las situaciones denunciadas por las estudiantes en los tendederos universitarios, resultan de gravedad, dé, apoyo y acompañamiento jurídico para que las alumnas o personal que sean víctimas presenten ante la Fiscalía General del Estado las denuncias o querellas correspondientes a los presuntos delitos que se cometan en sus campus y aulas universitarias.