Las áreas femeniles de los penales estatales presentan deficiencias: carecen de servicios médicos y de programas académicos y culturales, comparten áreas con los internos varones…
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En una visita que hizo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos detectó que es inadecuada la atención que reciben las mujeres en los centros penitenciarios mixtos que las albergan en condiciones de desigualdad en relación con las presentadas en los centros femeniles.
“Para esta Comisión Nacional resulta preocupante la tendencia a la baja en la calificación obtenida en los Centros Penitenciarios del Estado de Sinaloa en los últimos años, ya que representa la situación de vulnerabilidad de las mujeres privadas de la libertad, y muestra, además, deficiencias de habitabilidad, salud, trabajo, capacitación, educación y deporte”, señala el informe.
En el último Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, los centros penitenciarios mixtos de Sinaloa obtuvieron una calificación de 5.6.
De acuerdo con el documento, el total de población interna femenina en los penales de Sinaloa, al día de las visitas del personal de la CNDH, era de 147 mujeres, de las cuales 56 están sujetas a proceso y 90 son sentenciadas.
En los penales donde se alojan mujeres, 126 son madres de familia con hijas o hijos menores de edad, 11 de ellas conviven en el centro con sus hijos menores de 3 años y cuatro internas se encontraban en estado de gravidez.
En cada centro penitenciario visitado, el personal directivo, técnico, y de seguridad y custodia se encargaban de atender a la población femenil, como a la varonil, y hay diversas áreas que comparten como los talleres y el servicio médico.
La CNDH destaca que las mujeres no cuentan con un centro femenil de reclusión en el Estado de Sinaloa que responda específicamente a sus necesidades de acuerdo a su género, como atención médica obstétrico-ginecológica y pediátrica, durante el embarazo, el parto y el puerperio.
La infraestructura, personal, organización y funcionamiento de los establecimientos penitenciarios mixtos giran en torno a las necesidades de los varones privados de la libertad.
En el área de salud observó que, aunque hay servicios médicos, son las carencias que tienen que ver principalmente con la insuficiencia de personal médico, de medicamentos y deficiencias en diferentes áreas
Entre las deficiencias en salud se encuentra que la atención médica no era regular ni constante, el número de médicos para atenderlas es insuficiente, son asistidas por personal del área de varones, y con el apoyo de familiares o con recursos propios para resolver el desabasto de medicamentos, situación que se complica cuando se trata de mujeres que han perdido contacto con sus familiares.
En el penal de Los Mochis la última campaña de salud fue en 2017 y se les practicó estudios de Papanicolaou y mastografías.
En el de Culiacán había dos mujeres embarazadas a las que no les habían practicado ultrasonidos.
Aunque en los penales de Aguaruto y en El Castillo se reportan actividades de instrucción primaria y secundaria, pero no hay personal suficiente, ni programas destinados a las actividades académicas, fomento cultural y artístico.
La atención específica de mujeres en reclusión es un tema de particular relevancia y trascendencia para este Organismo Nacional, lo que ha sido materia de diversos señalamientos, en razón de las precarias condiciones en las que se encuentran en las áreas destinadas para ellas y para sus hijas e hijos que ahí viven, así como por la falta de servicios y de personal necesario para su adecuado funcionamiento, tal como se advirtió en los Informes Especiales emitidos 2013 2015 y 2016.
“Se observó que en el Estado de Sinaloa no se han tomado en cuenta las medidas que requieren las mujeres privadas de la libertad en razón de su género, para proporcionarles una atención especializada, incluyendo a sus hijas e hijos”.
“En el Gobierno del Estado de Sinaloa se observa que, al no contar con centros exclusivos para mujeres, no ha dado cumplimiento cabal a las propuestas referidas en los Informes Especiales emitidos por este Organismo Nacional”.
De los recorridos efectuados por esta Comisión Nacional en los centros penitenciarios del Estado de Sinaloa, se desprende que la infraestructura de los centros no está conforme a lo señalado por la Ley Nacional de Ejecución Penal, para desarrollar una vida en reclusión de las mujeres privadas de la libertad y las condiciones de habitabilidad en las áreas femeniles, sólo están precariamente separadas de las varoniles.
“Se cuenta con una adecuación al centro varonil y no tienen espacios exclusivos para ellas. Durante la visita se apreciaron áreas comunes para visita íntima, ludoteca, servicio médico, comedor, tienda, cocina, patio, jardines y lavaderos”.
Realizar las acciones pertinentes para que se cuente por lo menos con un establecimiento específico para mujeres privadas de la libertad, o bien, de ser el caso, en un término de seis meses, se asignen los recursos presupuestales, materiales y humanos necesarios que permitan la organización y el funcionamiento independiente desde su titular, que deberá ser mujer, hasta el personal de las áreas jurídica, técnica, médica, administrativa, así como de seguridad y custodia, incluyendo su infraestructura y equipamiento para que se garanticen condiciones de estancia digna y segura para ellas, y sus hijas e hijos, y se envíen las pruebas de cumplimiento correspondientes a este Organismo Nacional.
Artículo publicado el 05 de enero de 2020 en la edición 884 del semanario Ríodoce.
