Entre 3 mil y 3 mil 500 soldados serán enviados por el Gobierno de Estados Unidos a Oriente Medio, después del ataque de las fuerzas estadounidenses en el que fue asesinado el comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní, Qasem Soleimani.
El diario The Wall Street Journal señala que el despliegue de tropas podrías ocurrir este fin de semana.
La decisión, que aún no ha sido anunciada oficialmente, se produce después de que la República Islámica de Irán anunciara que vengará la muerte de Soleimaní y del vicepresidente de la Multitud Popular iraquí, Abu Mahdi al Mohandes, ambos muertos durante un bombardeo estadounidense en Bagdad este viernes.
Esta misma semana, EU ya envió 750 soldados a Oriente Medio en respuesta al asalto de la embajada estadounidense en Bagdad por parte de cientos de personas, de acuerdo a Efe.
Ese asalto se produjo en respuesta a bombardeos estadounidenses en Siria e Irak contra miembros de la milicia chií Kata’ib Hizbulá (KH), que según Washington tiene vínculos con Teherán y a la que EU responsabiliza de la muerte de un contratista estadounidense el pasado 27 de diciembre en Irak.
Esos 750 soldados que ya fueron enviados a Oriente Medio proceden de la división número 82 del cuerpo de infantería que está especializada en operaciones paracaidistas y cuya sede se encuentra en una base militar en Fort Bragg, en el estado de Carolina del Norte.
La muerte de Soleimaní ha despertado temor entre los aliados de EU a una nueva guerra en Oriente Medio y ha provocado la subida de los precios del petróleo, así como caídas en los mercados de todo el mundo.
El Pentágono anunció el jueves por la noche la muerte en un ataque con drones de Soleimaní en el aeropuerto internacional de Bagdad y lo justificó asegurando que el general iraní estaba desarrollando planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región.
En Nueva York, el alcalde Bill de Blasio informó que se ha coordinado con los mandos de la policía de esa ciudad para “estar vigilantes” y proteger localizaciones clave de la ciudad “ante cualquier intento de Irán y sus aliados terroristas de tomar represalias contra Estados Unidos”.