Una mujer extiende una lona. En ella, fotografías de rostros de personas desaparecidas. La extiende en un importante cruce en la ciudad de Hermosillo, Sonora. A unos kilómetros al norte le desaparecieron a su hijo, originario de Los Mochis.
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Junto a ella otras mujeres. Son miembros del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, y como su nombre lo evidencia, se dedican al oficio de “rastrear” a sus desaparecidos. La primera en presentarse es Cecilia Delgado, quien busca a su hijo desaparecido en esa ciudad, capital de Sonora.
Otra de las participantes es Cecy. “Yo soy Cecy y en este colectivo tengo cinco meses y estoy buscando a mi hijo. Me uní a ella para buscar a nuestros corazones. Desapareció el 2 de diciembre de 2018, va cumplir un año”.
Apenas el domingo 17 de noviembre tuvieron una búsqueda positiva. Localizaron tres cuerpos sin vida al sur de Hermosillo en lotes baldíos. Realizaron el hallazgo de un cuerpo el sábado 16 y los otros dos cuerpos los encontraron durante la tarde del domingo.
Y Ceci se afana. Hace un breve recorrido en su memoria y explica que fueron más de ocho horas de búsqueda realizada por menos de 10 madres de familia. Palas, picos, barras, guantes. Esos mismos utensilios que en Sinaloa colectivos de búsqueda utilizan. El oficio se ha generalizado.
Y por esa generalización Ceci dejó Los Mochis. Su hijo desapareció el 4 de mayo de este año. Desapareció en Bahía de Kino. Después de buscar un tiempo por su cuenta se unió al grupo en Hermosillo y desde entonces no han cejado con los “rastreos”.
“Cuando mi hijo desapareció comencé a buscarlo yo sola por el monte o por donde yo pensaba que podían haberlo dejado. Ellas eran guerreras pero tenían las búsquedas paradas, y me buscaron y se quisieron unir”, explicó.
Está parada en la calle Rosales donde hace esquina con el bulevar Luis Encinas, a un costado de la plaza Emilia Zubeldía. Ese sitio rinde tributo a los pequeños muertos durante el incendio de la guardería ABC. Es un recordatorio de que la justicia no llega.
Al cuestionarle por qué reside en Hermosillo, lejos de su tierra, Ceci se encoge de hombros. Voltea a todos lados. Bajo sus lentes oscuros su mirada busca respuesta.
“Yo lo busco por todo Sonora porque como dice el dicho, no sabemos dónde pueda estar”.
Madres Buscadoras de Sonora realizan búsquedas miércoles y domingo. Para ello necesitan fondos. El problema es igual al de Sinaloa: no existen fondos para sufragar ese tipo de actividades.
“Por eso estamos boteando ahora para la búsqueda de ahora, porque es en la tarde. Ayer tuvimos una búsqueda que fue de imprevisto a dos horas de aquí. Tenemos cuatro cuerpos en tres días en los alrededores, por las arboledas en Nuevo Hermosillo”, explica Cecilia.
Ambas mujeres opinan sobre la realizad de México, el país de fosas. Según el trabajo de investigación de las periodistas Alejandra Guillén, Mago Torres y Marcela Turati, prácticamente en todo el país se han encontrado casi 2 mil fosas clandestinas entre 2006 y 2016, prácticamente una fosa cada dos días, y en uno de cada siete municipios de México.
“En todos los estados está esto, parece que es una cosa que nunca va a acabar porque nosotras queremos que cada día sean menos y para eso estamos trabajando a diario en ello pero en lugar de ser menos, son más; encontramos uno y desaparecen 10”, dijo Ceci.
Luego la interrumpe Cecilia. Reniega que una cosa es estar enterado de las desapariciones, porque hay casos que no son dados a conocer, ya sea por temor o por mera desconfianza.
“Hay otros que no nos enteramos porque de verdad son muchos los desaparecidos… y nosotros no tenemos los recursos suficientes porque a pesar de ser más de 200 somos poquitas las que cooperamos y tenemos que buscar ayuda boteando porque no queremos dejar de buscar”.
La búsqueda positiva que tuvo el colectivo ese fin de semana les dio fuerzas a salir a buscar más apoyo. Uno de los cuerpos encontrados correspondió al de un desaparecido. Su fotografía la publicaron en su página de Facebook días antes. Al menos eso asegura una de las madres a reserva de los resultados de la prueba de ADN.
A pesar de ser uno de los estados más afectados por desaparición forzada, no será sino hasta el 2020 cuando entre en vigor la Ley que crea la Comisión de Búsqueda de Personas para el Estado de Sonora, uno de los estados con mayor número de cuerpos exhumados según la investigación “México, el país de las 2 mil fosas”.
Los estados que encabezan el número de fosas exhumadas en el lapso estudiado por la investigación son Veracruz, con 332; Tamaulipas, con 280; Guerrero, con 216; Chihuahua, con 194; Sinaloa, con 139; Zacatecas, con 138; Jalisco, con 137; Nuevo León, con 114; Sonora, con 86; Michoacán, con 76; y San Luis Potosí, con 65.
Y el reclamo de Cecilia y Ceci es lógico. Si la autoridad no los busca y menos los encuentra, el trabajo debe ser adoptado por ellas. Ya sea en Sonora o Sinaloa, el fenómeno se repite.
“Por eso queremos que nos apoyen, que muestren más empatía para con nosotros para que podamos seguir con nuestras búsquedas y no parar por recursos. Creo que pueden ayudar, siempre les digo que si no pueden con sus pasos nos apoyen con sus pesos”, concluye Cecilia.
Artículo publicado el 1 de diciembre de 2019 en la edición 879 del semanario Ríodoce.
