Resurgen los abusos policiales en Ahome con Chapman

Mayte y Alma Castro (2)

Policías allanan casa, capturan a civil y mandan al hospital a su padre

 

Agentes de la Policía Municipal de Ahome fueron denunciados penalmente por los delitos de abuso de autoridad, tortura, robo y lesiones por una familia del ejido Rosendo G. Castro, cuyo hijo fue tratado como un delincuente peligroso sin existir causa legal.

En la acción, la familia puso al descubierto la relación insana que sucede entre policías y civiles sospechosos que hacen las veces de oficiales ordenando persecuciones, detenciones y hasta entrega de personas.

En la denuncia, la familia pide la separación del jefe operativo Alexis Anduaga y oficiales porque temen por su seguridad, dado que éste defendió a los policías agresores y justificó el abuso de autoridad.

Mayte Castro Peñuelas acompañada de su representante legal, Alma Castro Valenzuela, denunció que en los hechos resultaron afectados sus padres Martín Javier Castro López y María Delia Peñuelas Fierro, y su hermano Javier.

Los hechos fueron consignados en tres denuncias que fueron interpuestas en la Vicefiscalía Regional de Justicia Zona Norte y que fueron integradas en la carpeta de investigación 3172/2019, el último fin de semana de octubre.

Denunció que en los hechos que iniciaron con un intento de privación de la libertad que en su contra perpetraron los ocupantes de un auto compacto moderno y del que pudo escapar, concluyeron en el allanamiento de la casa de sus padres, en la calle Justicia Social, en el ejido Rosendo G. Castro (Campito).

Mayte denunció los hechos mientras su hermano estaba retenido en la Policía Municipal en donde los jueces calificadores de Barandilla lo incomunicaron impidiéndole verlo y hablar con él, y hasta la presionaron para que se responsabilizara de hechos falsos, con las intenciones claras de justificar los excesos en que incurrió la policía y en donde colocaron en riesgo de muerte a su padre, que padece del corazón y aun así fue agredido por los agentes.

Explicó que toda la historia tenebrosa comenzó la madrugada del lunes 21 de octubre en la esquina de Antonio Rosales y Centenario, en donde su hermano, Javier Castro Peñuelas hacía un alto momentáneo a bordo de una camioneta Ford, modelo 1984, con placas VG-25482.

De la nada salió un auto compacto Ghia sin placas de circulación, cuyos ocupantes trataron de bajarlo a la fuerza, pero se defendió, maniobró y logró escapar iniciándose una persecución. Esta se prolongó hasta la esquina de Centenario y Macario Gaxiola, en donde otro auto le cerró el paso.

Sin embargo, logró escapar y cuando pretendió llamar la asistencia de patrulleros en el cruce de Macario Gaxiola y Pedro Anaya se percató que los ocupantes del Ghia saludaron a los patrulleros y le indicaron que lo interceptaran. Ante ello, aceleró y puso distancia de por medio entre los policías y él.

Sin embargo, al llegar a su ejido observó que el paso le estaba cortado, pero a como pudo maniobró para llegar a su casa. En el intento, la patrulla 3217 lo embistió, pero alcanzó a descender, correr y refugiarse en la casa de sus padres.

Hasta la vivienda llegaron los policías que con marros quebraron las chapas, allanaron la casa, golpearon a su padre, lesionaron a su madre y finalmente lo capturaron.

Una vez sometido, la policía le robó un torzal y un celular de última generación. Y a bordo de la patrulla fue torturado.

Finalmente fue ingresado a las celdas en las que continuó el abuso.

La familia dijo que se trasladó hasta los patios porque observaron que en todo momento, los ocupantes del Ghia daban indicaciones a los policías y estos actuaban con esas órdenes.

“Incluso, los ocupantes del auto ingresaron con todo y vehículo a los patios de la corporación, esperando que les entregaran a mi hermano, pero nosotros estuvimos al pendiente y no lo consiguieron. Esa intentona continuó al día siguiente, pero ahora los agresores ocupaban una camioneta de color azul o negra”, denunció la mujer.

En la barandilla le negaron todo informe y aseguraron que los hechos se desencadenaron por una denuncia de un particular. “pero esa denuncia no existe, al contrario, mi hermano escapó de un levantón, pero la policía lo no atendió”.

Reconoció que su hermano sí chocó con la patrulla, pero porque los policías lo embistieron.

Carlos Francisco Rodríguez Ponce, Director de la Policía y Tránsito Municipal del Municipio de Ahome, reconoció que Javier Castro Peñuelas sí estuvo detenido, pero por causas de un pleito con una mujer, oponerse al arresto y por el choque con una patrulla.

“Es el informe que tengo. Si la familia considera vulnerados sus derechos, puede recurrir a las instancias legales. Nosotros no vamos a proteger a ningún elemento. Ellos tienen la capacitación suficiente para no abusar de la población sólo por llevar un uniforme. Quien lo haga, lo pagará”, dijo.

Artículo publicado el 10 de noviembre de 2019 en la edición 876 del semanario Ríodoce.

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