“La seguridad pública no se ha resuelto satisfactoriamente”, dijo el alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, “El Químico” Benítez, en su primer informe de Gobierno.

El primer munícipe no abundó sobre el tema, pero los hechos ocurridos días antes de la danza de los “400 millones ahorrados”, hablaron por sí mismos.

El 21 de octubre, Benítez Torres acababa de regresar de un viaje de la Riviera Maya, cuando informó que los resultados de su visita a Quintana Roo habían sido positivos, pues sostenía que habían puesto a Mazatlán en el mapa turístico.

El bloqueo de octubre

Durante casi tres horas del sábado 26 de octubre, dos días antes del primer informe de Gobierno, un bloqueo en la carretera que conduce hacia el Aeropuerto Internacional Rafael Buelna, protagonizado por un contingente de jornaleros agrícolas, ponía sobre el  asfalto el tema de la seguridad pública.

“Queremos vivo a nuestro agricultor ¡¡¡José Luis!!!”, se leía en una manta con letras rojas sujetada en un costado del camión que traslada a los trabajadores del campo.

Aseguraban que el agricultor había sido privado ilegalmente de su libertad, por lo que en cartulinas blancas expresaban “exigimos la libertad del patrón”.

En otra manta estaba escrito un mensaje dedicado al gobernador del estado Quirino Ordaz Coppel: “Sr. Gobernador, o se necesita otro ‘Culiacán’ para ser escuchados”, se leía sin signos de interrogación, pero que insinuaba pregunta.

Un funcionario municipal tuvo que negociar con los inconformes, en medio de los turistas nacionales y extranjeros, antes de la liberación definitiva de la vialidad.

Esa tarde, el bloqueo en el entronque de la carretera que conduce a Barrón y a la Isla de la Piedra había reunido a familiares y trabajadores de “José Luis”,  funcionarios municipales, operadores del gobierno del estado y policías municipales y federales en un jaloneo atorado entre los  camiones cruzados.

Mientras los policías municipales en sus patrullas acarreaban viajeros con horarios y rostros contrariados, un funcionario municipal con notoria molestia no se contuvo: “esto nos está pegando en la madre al gobernador y a nosotros”.

Los manifestantes renuentes a liberar la vialidad exigían la presencia del gobernador del estado, a lo que los operadores de éste respondían que los supuestos motivos del bloqueo correspondían a la Fiscalía General de Estado.

“Es un tema de la Fiscalía, no es tema ni del Gobierno del Estado ni de nosotros, pero es un mal manejo, al parecer unas irregularidades que hay en una carpeta de investigación, y esto es una medida de presión que tomaron ellos (los manifestantes), dijo José de Jesús Flores Segura, secretario del Ayuntamiento de Mazatlán.

Finalmente, mediante la negociación del Gobierno municipal se logró que los inconformes liberaran la carretera, con el acuerdo de que el caso de “José Luis” se resolviera en las instancias de defensa de los derechos humanos.