El colectivo ¡Aquí No! que se opone a la construcción de la planta de amoniaco en la bahía de Ohuira, logró que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) revise con lupa el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) con el que la empresa Gas y Petroquímica de Occidente (GPO) se empeña en edificar la industria, contando con la complacencia del alcalde de Ahome, Manuel Guillermo Chapman Moreno, el Billy.
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Claudia Susana Quintero, vocero del movimiento, dijo que la última semana de septiembre lograron que Víctor Manuel Toledo Manzur, titular de Semarnat, se interesara en revisar a fondo el MIA de GPO y determinar la ilegalidad en la autorización que data desde el año 2014.
Explicó que buscan que la institución decrete la anulación “lisa y llana de la resolución administrativa”.
Explicó que el miércoles 25 de septiembre, por conducto de los diputados federales Tatiana Clouthier e Iván Ayala; el gobernador tradicional de Ohuira, Felipe de Jesús Montaño; Joel Ulises Pinzón y ella, denunciaron los hechos ante la Coordinadora de Asesores de la Semarnat, Cecilia Elizondo; Julio Trujillo Segura, Subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental, y Octavio Adolfo Klimek Alcaraz, Director General Adjunto de Enlace y Seguimiento Parlamentario, quienes respondieron que el caso no está archivado sino en seguimiento para que la organización internacional RAMSAR emita una opinión.
Esta podría ser la base para la cancelación del MIA, consideró.
Los funcionarios verificaron las 2 mil firmas de personas que exigen la cancelación del MIA.
Justo a la par, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa confirmó la suspensión definitiva otorgado por el Juzgado Sexto de Distrito al resolver el amparo 528/2019 en favor de la comunidad indígena de Lázaro Cárdenas.
Los magistrados colegiados desecharon los seis agravios recurridos por GPO en la demanda de revisión, y los cuales le obligaron a detener la construcción de la industria en la bahía de Ohuira.
La queja principal de la comunidad indígena fue la omisión de consulta del proyecto antes de resolver el MIA y la transgresión a la legislación aplicable relacionada con la propia autorización sobre impacto al medio ambiente.
Los indígenas alegaron que por esa transgresión se reduciría la calidad del aire del entorno por ruido, del agua por sólidos suspendidos durante la construcción, pérdida de suelos tipo lacustres por el relleno de terreno, de la superficie inundable por la construcción de relleno, aumento de la temperatura y de la salinidad del agua en el canal de descarga y en la zona adyacente, contaminación del agua por afluentes que contengan amoniaco y otros productos, reducción de la calidad del agua por grasas y aceites, reducción de la cobertura vegetal, pérdida de fauna silvestre por reducción del hábitat, eliminación de vegetación ruderal y matorral de mangle, desplazamiento de individuos de iguana negra de los bordos, alteración de la fauna bentónica por descargas de aguas, desplazamientos de aves con presencia estacional en terrenos inundables y reducción de la calidad del paisaje, entre otros.
De acuerdo con la sentencia del toca 28/2019, el amparo 528/2019 comenzó el 27 de septiembre del 2018 y quedó firme el 5 de septiembre del 2019, dejando sin materia a GPO para oponerse.
Ganada la batalla legal para impugnar el MIA aprobado de manera condicionada el 21 de abril del 2014 en el expediente SGPA/DGIRA/DG/03576, el colectivo ¡Aquí No! se enfocó en Semarnat, apoyado por los diputados federales que habían afirmado que respaldarían toda acción de los pobladores en la defensa de sus intereses propios.
Antes de la reunión con los directivos de Semarnat, los activistas habían convocado a una marcha y protesta en la propia plancha de construcción de la planta de fertilizantes, pero se suspendió por lluvia.
Hasta ahora, las acciones de protesta en las calles han sido de grupos pequeños.
Sin embargo, Ulises Pinzón dijo que estas podrían detonarse en cualquier momento pues la oposición a la industria es real y aumenta día con día.
Artículo publicado el 6 de octubre de 2019 en la edición 871 del semanario Ríodoce.
