Robos, fraudes y extorsión, los de mayor incidencia

Durante 2018 en Sinaloa aumentó la comisión de delitos y la cifra negra.

Los delitos que aumentaron fueron los robos y los fraudes; la extorsión se mantuvo como el delito de mayor incidencia.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Pública (ENVIPE) del INEGI, el año pasado se cometieron 20 mil delitos más que en 2017.

La encuesta contempla la cantidad de delitos no denunciados ante las autoridades.

El año pasado en el estado se cometieron 625 mil 136 delitos, de los cuales 577 mil 750 no se denunciaron.

En 2017 la incidencia fue de 605 mil 255 delitos, pero 550 mil 166 no se denunciaron.

Los encuestados manifestaron que la principal causa por la que no presentaron denuncia es porque lo consideran pérdida de tiempo.

El coordinador del Consejo Estatal de Seguridad Pública, Ricardo Jenny del Rincón, mencionó que la ENVIPE da muestras claras de lo que piensa la sociedad y de los aspectos en los que la autoridad se debe enfocar para mejorar la seguridad pública y el acceso a la justicia.

Señaló que es obligación de la autoridad tomar en cuenta toda esta información para que las estrategias, trámites y servicios respondan a las necesidades reales de los sinaloenses.

La cifra negra que se registró el año pasado, indicó, es la mayor que se ha registrado en el estado desde 2012.

Mencionó que la falta de denuncia abona a que las estadísticas no reflejen la realidad en incidencia delictiva y una muestra de ello es que, conforme a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Sinaloa se ubica en el lugar 28 entre los estados con menor incidencia, pero considerando sólo los delitos denunciados.

La tasa de robos se duplicó al pasar de 2 mil 302 por cada 100 mil habitantes en 2017 a 4 mil 577 por cada 100 mil habitantes.

El fraude aumentó de 3 mil 729 en 2017 a 4 mil 340 por cada 100 mil habitantes durante el año pasado.

Los delitos que más afectaron a los hombres de Sinaloa fueron la extorsión, el robo o asalto en transporte público y el robo en otras modalidades.

En el caso de las mujeres, la mayoría fueron víctimas de extorsión, fraude y robo o asalto en transporte público.

La ENVIPE hace una estimación sobre la cifra negra, es decir el número de delitos no denunciados y los denunciados pero que no se abrió carpeta de investigación.

En Sinaloa la cifra negra creció y con ello la cantidad de delitos que quedarán en impunidad por la falta de denuncia o por que la Fiscalía General del Estado no inició investigación.

En 2017 la cifra negra fue de 567 mil 242 delitos que representaron el 93.7 por ciento del total cometidos; y el año pasado cerró con 601 mil 954 que representan el 96.3 por ciento.

Además de que se presentaron menos denuncias ante la Fiscalía, la dependencia también disminuyó el porcentaje de investigaciones iniciadas.

El año pasado denunciaron en la FGE 46 mil 268 delitos, pero solo en 23 mil 182 se abrió investigación, es decir en el 50 por ciento.

En 2017, presentaron 54 mil 415 denuncias, y se inició investigación en 38 mil 13 casos, que representan el 69.9 por ciento de los delitos denunciados.

Aunque los delitos aumentaron, el costo a consecuencia de la inseguridad tuvo una ligera disminución.

De 4 mil 701 millones 5 mil 182 pesos que costaron en 2017, el año pasado bajó a 4 mil 635 millones 305 mil 903 pesos.

Del total del gasto del año pasado, los ciudadanos erogaron mil 787 millones 515 mil pesos en medidas de protección, 62 millones 75 mil 200 pesos por daños a la salud y por pérdida a consecuencia del delito fueron 2 mil 785 millones 718 mil 188.

Para los sinaloenses las principales conductas antisociales alrededor de su vivienda son el consumo de alcohol en la calle, el consumo de droga, robos o asaltos frecuentes, venta de drogas y disparos frecuentes.

Más de la mitad considera que el principal problema en la entidad es la inseguridad, seguido de la pobreza, el desempleo, aumento de precios y la salud.

Los lugares donde se sintieron más inseguros fueron los cajeros automáticos en la vía pública, el banco y el transporte público.

Entre las actividades que dejaron de hacer por miedo a ser victimas del delito, el 53 por ciento dijo que no permite que sus hijos menores de edad salgan, el 39 por ciento dejó de salir de noche y el 36 por ciento dejó de usar joyas.

En cuanto al nivel de confianza en las autoridades de seguridad pública, procuración e impartición de justicia, la población identifica a la Marina como la autoridad de mayor confianza, seguida del Ejército y la Policía Federal.

Sobre la percepción de corrupción, las policías de transito y municipal son consideradas como corruptas.

En los casos en los que la víctima estuvo presente durante la comisión del delito, la mayoría dijo que el delincuente era hombre de entre 26 y 35 años y el delito ocurrió entre las 12:01 y las 18:00 horas.

El INEGI estima que en 2018 se cometieron 33 millones de delitos en todo el país y los más comunes fueron el de robo o asalto en la calle o en el transporte público, seguido por extorsiones.

Tan solo estos dos delitos, el robo o asalto en calle o transporte público y  las extorsiones, cuentan con el 45 por ciento del total de los delitos.

Esos delitos afectaron a 24 millones de personas o de víctimas mayores de 18 años y más.

El costo total que incluye tanto el impacto económico por haber sido víctima, como los gastos incurridos por tomar medidas preventivas en contra del delito en 2018, ascendió a 286 mil millones de pesos.

La Ciudad de México, fue la entidad  que tuvo una mayor tasa de delitos con 69 mil 700 por cada 100 mil habitantes; le sigue el Estado de México con 51 mil 500 y Sonora con 50 mil 900.

En 14 estados la extorsión fue el primer delito, en nueve entidades fue el robo o asalto en la calle o en el transporte público y en siete entidades fue el fraude.

Artículo publicado el 29 de septiembre de 2019 en la edición 870 del semanario Ríodoce.