A Reyes Yosimar García Cruz lo desaparecieron el 26 de enero del 2017, pero nunca lo buscaron. No hasta que un juez federal pidiera un informe a todas las autoridades de seguridad y derechos humanos.

Es policía municipal de Culiacán, y ese día recién había terminado su jornada laboral. Se bañaba para salir con su novia, quien le esperaba en la sala, en la colonia Infonavit Humaya.

Aún no daban las 8:00 de la noche y todavía había luz del sol, por eso hubo muchos testigos que vieron cómo de un par de carros se bajaron hombres armados y con capuchas.

Tocaron la puerta y gritaron que venían por Reyes Yosimar —así, con su nombre entero—, pero ni su hermano ni la novia del policía abrieron.

El agente apenas tenía puesta la ropa interior y decidió abrir la puerta. Después de eso lo sometieron y lo introdujeron a uno de los vehículos.

Minutos más tarde la noticia se difundió por todos lados. Era razonable, porque en una semana se convirtió en el tercer policía municipal de Culiacán que había sido desaparecido con el mismo patrón: recién salía de la corporación y un grupo de hombres armados con capuchas lo desapareció.

A la fecha sigue en esa condición, desaparecido.

El trámite formal se siguió. Se interpuso una denuncia ante el Ministerio Público y se hicieron entrevistas a los testigos del plagio. Se abrió una carpeta de investigación y se apiló entre otros expedientes.

Su madre María Isabel Cruz Bernal llegó de Oaxaca, de donde es originaria, y comenzó una búsqueda que la transformó en una buscadora, líder de marchas y manifestaciones, organizadora de búsquedas y rastreos en lugares agrestes, fundadora de Sabuesos Guerreras A.C.

Hay tantas formas de buscar, dice, pero ninguna le ha dado la recompensa que necesita.

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A Yosimar lo fueron a buscar a los tribunales de justicia.

“Notifíquese que se tienen 24 horas para presentar un informe”, se indica en cada uno de los documentos incluidos en el expediente de incidentes que ya cuenta con más de mil hojas.

Luego de que desapareció Reyes Yosimar, la Fiscalía General de Justicia incluyó fotos, entrevistas a testigos y notas de prensa. Se solicitó también una hoja de vida a la Policía Municipal de Culiacán, se cerró y apiló en la agencia especializada sobre delitos de desaparición y desaparición forzada.

La madre del policía llevó el caso a la Fiscalía General de la República, usando dos elementos que se desprendían de la carpeta local.

El primero era la ausencia de búsqueda de su hijo. La Fiscalía General de Sinaloa ha presentado como una de sus necesidades la contratación de personal, pues solo existen 11 elementos del Ministerio Público para atender los más de 6 mil 600 casos de desaparición y desaparición forzada desde 2002, según datos del propio organismo otorgado a través de solicitudes de información.

El segundo elemento es que dentro de la carpeta de investigación se incluyó que Reyes Yosimar pudo haber sido desaparecido por la relación que guardaba con Israel Ruiz Félix, comandante de la Policía de Culiacán, quien fue desaparecido cuatro días antes.

De hecho, hay un tercer policía, de nombre José Antonio Saavedra Ortega, quien pasa por la misma situación de Reyes Yosimar. A este lo desaparecieron el 25 de enero del 2017.

A los tres se les relacionó con la emboscada a un grupo de militares que el 30 de septiembre trasladaban a un hombre herido desde Badiraguato a Culiacán. El hombre herido perteneció al Cártel de Sinaloa y ese día se le rescató por hombres armados que atacaron a los elementos castrenses en la carretera México 15, justo en la entrada a la Ciudad de Culiacán.

El caso se atrajo por la Federación y organismos como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que pidió colaborar con la investigación. Fue entonces que la madre de Reyes Yosimar entregó un celular para poder obtener datos desde la memoria interna.

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En medio de todo, la madre de Reyes Yosimar comenzó una búsqueda en distintos lugares de Sinaloa.

Dice que busca en vida, pero no descarta un posible asesinato y por eso también destapa fosas clandestinas, de las que ha hecho hallazgos de cuerpos, osamentas y miles restos calcinados.

Dos de esos hallazgos de restos siguen sin tener un resultado, en cambio, se ha establecido con declaraciones de Juan José Ríos Estavillo, Fiscal General de Sinaloa, y boletines de prensa, que la mayoría de esos restos no son humanos o fueron confundidos con madera.

“Hemos pedido en varias ocasiones que nos dejen hacer pruebas en otros lados, pero no nos dejan”, recuerda.

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El expediente es el 501/2019. Se abrió en el Juzgado Primero del Distrito 12, ubicado en Culiacán. Junto con ese hay otros 35 sobre personas que fueron desaparecidas y que también se promovieron por el colectivo Sabuesos Guerreras.

Todos esos iniciaron con una denuncia de hechos, incluyendo, además, a todas las autoridades de seguridad, con la premisa de que se cree que no se ha hecho la búsqueda de sus familiares.

No se equivocaron.

Los juzgados primero, segundo, tercero y cuarto han hecho expedientes que podrían ser la evidencia de la simulación.

La mayoría son casos que ocurrieron entre 2017 y 2018, y en cada uno de los archivos se ha documentado que el único informe de búsqueda es el inicio de carpetas de investigación y que no fue, sino hasta que se solicitó informes, que se comenzó el rastreo de cada uno de ellos.

Antes de eso no hay evidencias, fotografías, registros. Nada.

“Estamos hablando de amparos de desaparecidos recientes y desaparecidos de hace tres, dos o un año y cuando se pusieron los amparos se pide un informe a la autoridad. Les dieron 24 horas para que rindieran informe qué han hecho para la investigación de esas personas desaparecidas”, explica Yesenia Rojo Carrizoza, asesora legal de Sabuesos Guerreras.

“Como no hay nada en la carpeta y la autoridad tiene solo 24 horas para rendir su informe, pues se ve la necesidad de llevar al juzgado de llevar un simple oficio, donde dice que tomó una denuncia, o sea, en las carpetas solo está la denuncia que va y presenta el familiar”.

Como ejemplo, la abogada muestra un oficio con fecha 18 de septiembre de 2019, en el que se requiere por la Fiscalía General del Estado a la Policía Municipal de Culiacán que se le permita entrevistar al grupo de policías llamado Titán, al que perteneció Reyes Yosimar.

En ese oficio se incluyeron los nombres de cada uno de los policías y el rango que tienen dentro de la corporación.

En otro documento que está dentro del expediente con fecha 13 de septiembre de 2019 señala que la Fiscalía General del Estado hizo una búsqueda en un predio para rastrear fosas clandestinas al norte de Culiacán.

“La autoridad sigue requiriendo informes y ya a partir de ahí se pone a investigar”, dice la abogada.

“En algunos casos, porque son ahorita 36 amparos, yo entiendo que para 36 desaparecidos no se dan abasto, ahora imagínate para todos los que no tienen amparos, entonces lo que están haciendo es rendir informes con constancias de búsqueda de personas ya en terrenos, en montes”.

“Justifican con las búsquedas que hacen los colectivos, porque los colectivos van acompañados de personal de la Fiscalía, pero en los expedientes no hay absolutamente nada”.

En el caso de Reyes Yosimar, la Fiscalía incluyó un informe de Servicios Periciales, que relata que se elaboraron cuatro análisis sobre sábanas con sangre y huesos que se encontraron en una de las búsquedas en el último mes.

Sin embargo, ahí también se indica que en julio de 2018 se hizo otro análisis, pero ninguno fue positivo.

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Para Sabuesos Guerreras, los juzgados se convirtieron en otra forma de buscar desaparecidos, que han revelado las formas y carencias de las dependencias encargadas de la seguridad pública y la procuración de justicia.

Cuando se le pidió el informe a la Comisión Estatal de Búsqueda, la respuesta fue contundente.

“No tenemos información”, se contestó en un oficio en el que también se puede leer que por ser una dependencia de reciente creación, no se ha podido generar información.

En un segundo oficio rectifica: “Entre estas acciones está el apoyo solicitado y otorgado en trabajos de búsqueda de personas desaparecidas y no localizadas en El Dorado, Los Mangos, Culiacancito ambos del municipio de Culiacán; en Rosendo Nieblas, Estación Dimas y La Cruz, del municipio de Elota, así como en Ciénega de Casal municipio de Salvador Alvarado”.

Sin embargo, no todas las dependencias y organismos rectifican.

La Secretaría de la Defensa Nacional rechazó tener dentro de sus facultades la búsqueda, pero el juzgado le exigió, por ser una autoridad de seguridad, que se hiciera un informe.

La respuesta fue que se hizo una búsqueda en archivos digitales y físicos, pero el juzgado volvió a requerir, ordenando que se informara sobre acciones de búsqueda en campo.

La contra respuesta de la Defensa Nacional fue interponer un recurso de revisión, es decir, que otro juez revise las solicitudes y se le retire del proceso de amparo.

Pero no fue la única dependencia, también ocurrió con la CNDH, a la que, en una ampliación de la demanda, se le pidió un informe sobre qué se hizo con el teléfono que tuvieron durante un año.

El organismo negó haber tenido ese teléfono, pero se alegó por la madre de Reyes Yosimar que esa era información falsa. Fue entonces que la CNDH impugnó también el amparo.

Este caso es el más amplio y del que más documentos se han reunido, pero hay otros en los que la información más relevante fue el inicio de una carpeta de investigación, lo que ha provocado que los jueces federales exijan a la Fiscalía General de la República para que hagan otras carpeta de investigación que incluya la omisión de las autoridades locales.

Artículo publicado el 29 de septiembre de 2019 en la edición 870 del semanario Ríodoce.