Los tres pescadores sinaloenses que naufragaron durante cuatro días, hasta ser rescatados el pasado martes frente a las costas de Guaymas, Sonora, comieron patos crudos y bebieron la sangre de las aves para sobrevivir.

En una entrevista realizada por el diario El Imparcial, Carlos Saúl Valenzuela Rojo narró que cuando se quedaron sin nada, y la panga se encontraba llena de agua, tuvieron que comerse a las aves.

Carlos junto con Diego Iván Espinoza Arredondo y Alfredo Azael Castro partió en una panga el 20 de septiembre de la playa del Cerro Cabezón en Guasave, pero al llegar cerca de el campo pesquero de El Colorado, en el municipio de Ahome, quedaron atrapados dentro del mal tiempo ocasionado por el huracán “Lorena”, que tocó tierra en Baja California Sur.

“Se nos descompuso el motor y quedamos a la deriva y ahí nos agarró el mal tiempo  y una ola grande nos volteó la panga”, mencionó Diego Iván a el diario sonorense.

Flotando en medio del mar durante cuatro días, Alfredo Azael, narró que en lo único que pensaba era que no sabía nadar.

En el percance perdieron todo, incluidos sus celulares, por lo que no pudieron comunicarse.

Diego también señaló que antes de ser rescatados, otra panga se acercó a ellos frente a las costas de Guaymas, y aún cuando les pudieron ayuda, se marcharon.

Los tres pescadores, quien recibieron atención médica en el Hospital General de Guaymas, fueron rescatados el martes 24 de septiembre a las 6:30 horas cerca de Las Guásimas.

Su desaparición fue reportada el sábado 21, y desde ese momento se inició su búsqueda por aire en Sonora y Sinaloa.

En el video difundido por El Imparcial se observa el momento en que Carlos Saúl y su padre se reencuentran. Posteriormente fueron dados de alta e iniciaron su viaje de regreso a Guasave.