El polígono de conurbación de la cuenca del río Culiacán está conformado por los afluentes Humaya (por el norte) y Tamazula (por el sur), que se unen dentro de la ciudad a la altura de la presa derivadora Carlos Carvajal Zarazúa.
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Estos tres ríos son los principales cuerpos receptores de los 75 escurrimientos pluviales, entre drenes, canales y arroyos. Los cauces y sus riberas han sido afectados por prácticas humanas que inducen al cambio del uso de suelos, tal como la extensión de zonas urbanas y agrícolas.
Y en la actualización de estos cauces convergen revestimientos de canales y arroyos, así como el crecimiento de la mancha urbana, llegando a estrangularse por el levantamiento de construcciones en su afluente. Culiacán, sin drenaje pluvial y más pavimento que sirve de canal, convierte a estos 75 escurrimientos en cauces peligrosos.
Afluentes al límite
1.El dren Bacurimí nace en el límite del canal de riego Humaya, aproximadamente a 2 kilómetros al norte de Campo Morelia y descarga en el río Culiacán, muy cerca del Hospital de la Mujer.
Primera etapa: 150 millones de pesos.
2.El canal Agustina Ramírez nace a unos 5 kilómetros aproximadamente al norte del fraccionamiento Santa Fe y desemboca en el río Culiacán, a unos metros antes de la presa derivadora, donde se localiza el Puente Negro.
Inversión actual: 50 millones de pesos.
3. El grueso del arroyo del Piojo surca en los límites de las colonias Lombardo Toledano y El Mirador, y actualmente el gobierno estatal busca desviar mil 620 metros su caudal.
Inversión actual: 104 millones de pesos.
4. El arroyo del Ranchito nace aproximadamente a 2 kilómetros al oriente del fraccionamiento Alturas del Sur y descarga en el dique La Primavera, al sur de la ciudad.
Rehabilitación: 72 millones de pesos.
Artículo publicado el 15 de septiembre de 2019 en la edición 868 del semanario Ríodoce.