Cuando le preguntaban al candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador por su programa económico, en alguna de las campañas, se señalaba con el dedo índice la sien y lacónicamente decia: Aquí. Lo traía en la cabeza pero nadie lo conocía. Como presidente, la semana pasada explicaba con una anécdota la recuperación de la microeconomía: un matancero —un carnicero de una comunidad de Oaxaca— le aseguró que antes sacrificaba una res a la semana y le sobraba carne, ahora destazaba una el jueves y otra el domingo y siempre se le acababa la carne.

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Es conocida la discrepancia que muestra el Presidente con las cifras oficiales. Hasta volvió célebre la frase que él cuenta con otros datos. Aún es temprano para comparaciones, los datos disponibles en materia económica se tienen solo del primer semestre de 2019, insuficientes para confrontarlos con otros años.

Hay unas dos docenas de indicadores económicos básicos para conocer el comportamiento de la economía de un país, van desde el tipo de cambio y la inflación, hasta la deuda pública e inversión privada.

A continuación algunos de ellos con gráficas que van desde el 2012, último año de Felipe Calderón —para mostrar cómo le entregó el indicador al sucesor—, el sexenio entero de Enrique Peña y lo que se sabe de este 2019. Algunos de ellos se mantienen en la tendencia que ya llevaban con Peña Nieto, otros no muestran recuperación y otros más de plano son opuestos. Hay de todo.

El PIB

López Obrador habló de un crecimiento promedio de 4 por ciento en su gobierno. Su primer año quedará muy lejos de la cifra: Todas las entidades publicas y privadas que pronostican el crecimiento han venido ajustándolo a la baja. Apenas la semana pasada el Banco de México hizo un nuevo recorte, para colocarlo en un rango de .2 a .7 por ciento. Hasta el primer semestre el PIB mostraba un crecimiento de .3 por ciento. En el año de la despedida del PAN de la presidencia, en 2012, se registró un crecimiento del PIB de 3.4, cifra que Peña nunca alcanzó en sus seis años. Su cima fue en 2015 con 3.3 por ciento y de ahí la economía no ha dejado de bajar cada año en el PIB.

Confianza del consumidor

INEGI mide la confianza del consumidor. La última medición está por encima de todas las mediciones del sexenio anterior. El optimismo de consumidores es básico para el mercado interno.

Esto como producto, entre otros indicadores, de la inflación, que contrario al PIB muestra comportamiento positivo. México viene de un par de años con alta inflación, incluso para los niveles de América Latina. 2017: 6.8 por ciento y 2018: 4.6 por ciento. Calcula BANXICO que 2019 cierre en 3 por ciento.

El dólar igual, a pesar del salto reciente que lo llevó a cerrar por encima de los 20 pesos, mantiene una estabilidad.

Deuda pública

El Presidente López Obrador dice en sus spots que no ha endeudado al país. Es cierto, pero los niveles de la deuda pública siguen siendo altos, a pesar de en el arranque de este gobierno muestra una disminución modesta. Peña la dejó más alta de cómo la tomó.

Inversión privada y pública

Mucho se comenta que los empresarios reducen su inversión en este gobierno por falta de confianza. Pero el comportamiento negativo de las inversiones fijas brutas está cayendo desde 2014 y es negativo en los últimos tres años, y lo mismo con AMLO. (Véase gráfica 3.)

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En la inversión pública López Obrador arrastra un subejercicio de 174 mil mdp. El gasto del gobierno en el primer semestre de 2019 es 4.5 por ciento menos que en el primer semestre del año pasado.

El cierre

No es en los indicadores económicos al corte de su primer informe, o en los que se están construyendo, donde se podrá medir el futuro del país en el gobierno de López Obrador. Es en las decisiones que tome su gobierno en lo que resta del año, el último cuatrimestre, donde se definirá el rumbo económico. Propondrá el paquete económico 2019, seguirá inyectándole dinero a Pemex y tendrá que definir una política energética hasta ahora inexistente. Tendrá que convencer a los empresarios de reaccionar en las inversiones… y lo peor es el entorno mundial donde todos parecen ver el preludio de fuertes enfrentamientos.

Artículo publicado el 1 de septiembre de 2019 en la edición 866 del semanario Ríodoce.